Blogia

Innnspiracionessss.....

Y llega mi cumpleaños

Y llega mi cumpleaños

A mitad del viaje a Murcia tuvo lugar mi cumpleaños. Me pilló bastante resfriada porque el tiempo estaba ventoso y lluvioso, pero muy feliz porque recibí muchas felicitaciones de mis queridos amigos y familia y sobre todo porque estaba junto a mi querido marido que es quien me quiere de verdad, me muestra diariamente su cariño, escucha con paciencia mis murgas y argumentos, capea con tacto mi carácter y me consiente todos los caprichos inimaginables, asi que dando gracias a Dios por un año más con salud, fuimos a celebrarlo lo mejor que pudimos. Llegamos al santuario de la Fuensanta para pedirla su bendición disfrutando de un café desde sus preciosas vistas de la huerta murciana y luego bajamos a la capital. Visitamos su Catedral, su famoso Casino con sus aristocráticas estancias llenas de arte e historia de la ciudad y esta interesante y bella escultura de la foto, la del el Icaro, que recordando a Platón decía: Dios nos ha dado dos alas para volar hasta Él: el amor y la razón. Comimos bien aunque al sitio le faltaba espacio y vistas y por eso completé la celebración con otra comidita con vistas al puerto y las playas que nos ofrecía un restaurante situado en el alto del pie del castillo de San Juan en Águilas.

Que Dios, la salud, el amor, la amistad, la fortuna, la fuerza, la suerte y el acierto en las decisiones, me acompañen durante todo este nuevo año que comienza para mí y para quienes me rodean.

Por el Mar Menor

Por el Mar Menor

Los diez dias de abril hemos andado por la comunidad autónoma de Murcia. Ya conocemos buena parte de la provincia gracias a otros viajes y siempre es un placer volver a visitar lugares que te traen tan buenos recuerdos, comer sus arroces y verduras, sus marineras y caballitos. Hemos estado alojados en los Urrutias, al borde de la laguna inmensa que es este mar Menor, una zona muy tranquila, buena para pasear al ser llano el terreno, con mucho paseo marítimo, y curiosas estructuras típicas de madera, llamadas balnearios, que se adentran en el mar y que permiten evitar zonas de fangos o deficiente accesibilidad permitiendo el acceso a zonas más profundas. En uno de ellos estamos sentados en la foto. Nuestro principal objetivo era ganar el jubileo del año santo de Caravaca de la Cruz y así lo hemos conseguido. Además nos volvimos a pasear Murcia capital y su santuario de la Fuensanta. Otros dias hemos descubierto los alrededores que rodean el mar Menor en forma de circunferencia, por un lado fuimos a recorrer la Manga, que es toda la franja que intenta cerrar el mar, que va desde el cabo de Palos hasta el puente de la Risa y luego lo hicimos por la otra parte, camino de los Alcázares y las playas que dan al Mediterraneo por la zona de las salinas de Lo Pagán. También hemos estado en otros lugares que tampoco conocíamos, como el puerto de Mazarrón y el de Águilas con su subida al castillo de San Juan. El tiempo no ha sido bueno, soplaba casi diariamente un levante frío y también ha llovido, algo que seguro va a venir muy bien a la huerta murciana.

Entre elefantes, arrozales, ríos, palmeras y campos de té

Entre elefantes, arrozales, ríos, palmeras y campos de té

Casi 30 horas nos llevó llegar a esta isla tan desbordante de naturaleza con un salto horario hacia adelante de casi 5 horas. Como acababa de amanecer, nos llevaron a conocer el campamento de elefantes de Pinnawela y disfrutamos viéndoles tranquilos retozar en el río y jugar entre ellos. Sus cuidadores les echaban agua y les frotaban la piel. Dormimos en Sigiriya y el siguiente amanecer lo vimos en lo alto de la Roca del León, una fortaleza de roca del siglo V con los restos del  palacio situado en lo alto que forma parte de una ciudadela rodeada de jardines. Desde las inmensas garras de entrada a la fortaleza comenzaban los estrechos escalones de tramex sujetos a la roca y daban vértigo. Los contamos por cientos. La subida de 200 metros en vertical  duró casi una hora, pero mereció la pena porque la vista de 360º desde la cima fue sobrecogedora. Más abajo las pinturas de bellas danzarinas desnudas dentro de una cueva de la roca daban el toque erótico al conjunto; estanques y otras estructuras y formaciones rocosas veteadas y marmoleadas de bonitos colores verdosos eran merecedores de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Luego vimos la antigua ciudad de Polonnaruwa, también Patrimonio de la Unesco, que fue el 2º reino más grande de la isla y contiene uno de los sitios arqueológicos mejores del país. Aquí se encuentra el templo de Lankathilaka con una colosal estatua de Buda en piedra. Al dia siguiente visitamos descalzos los Templos de la Cueva de Dambulla, famosa por sus notables templos rupestres, con cinco cuevas mágicas de diferentes tamaños, tenuemente iluminadas, decoradas con algunos de los mejores murales y estatuas de Budas tumbados bellamente talladas. Visitamos un jardín de especias locales donde nos hablaron de sus propiedades para diferentes enfermedades y probamos sus cremas y aceites. El dia siguiente lo pasamos en Kandy y fuimos temprano a visitar el exótico Jardín Botánico de Peradeniya del siglo XIV que destaca por sus ricas y variadas colecciones de plantas leñosas tropicales. Ocupa 59 hectáreas y cuenta con unas 4.000 especies de plantas espectaculares en todos los aspectos: árboles gigantes con troncos inmensamente gruesos de alturas increibles, palmeras altísimas formando avenidas; jardines con flores y vegetaciones desconocidas por nosotros que parecían sacadas del jurásico. Un puente colgante nos asomó al ancho y caudaloso río y fue una pena que las orquídeas no estuvieran en flor, porque había mas de 300 en una casita especial para ellas. Luego fuimos a visitar el Templo de la reliquia del Diente porque alberga la reliquia de un diente de Buda y se considera el lugar más sagrado e importante para los budistas del país. Habia ceremonias y estaba lleno de gente vestida de blanco. De repente se abrieron los cielos y estuvimos mas de una hora cautivos en el templo esperando que pasara la tormenta. Luego fuimos a un teatro a ver la danza tradicional de Kandyan, con mucho sonido y color, que incluye el movimiento de la cobra, el movimiento del velo y el Ginisila (demostración del control sobre la llama). Todo el show nos gustó muchísimo por el arrojo y la valentía de los danzantes. Al dia siguiente, tras ver otro templo de otra reliquia del Diente de Buda y poder subir por unas escaleras hasta la misma cabeza del Buda, llegamos a Nuwara Eliya, también conocida como "La Pequeña Inglaterra", entre campos de plantaciones de té y potentes cascadas caudalosas, a casi 1.900 metros del altura. Estuvimos en una fábrica de té donde nos explicaron el proceso de elaboración y al estilo británico nos bebimos sus mezclas de tés, destacando el blanco. Cuando llegamos al hotel, vimos que estaba colgado en la ladera y había que subir 30 escaleras para ir al comedor y luego otras 70 para llegar a la habitación, donde no había aparato de aire acondicionado, sino un calefactor, por el frio de la zona. Allí paseamos por el Lago Gregory en lancha y también por su graciosa ciudad con el típico reloj british en forma de torre, donde pudimos beber cerveza imitando a los lugareños desde unos mostradores con rejas, muy de estilo clandestino. Compramos un montón de especias en su mercado local y comimos muy bien en un sitio alejado camino del monte, llamado Themparadu, entre música moderna y gente joven, y luego un tuk-tuk, más monte arriba, nos llevó a tomar café al Nosher, del mismo estilo, entre pasquines de películas y paredes firmadas por sus clientes. Al dia siguiente tomamos el tren hacia Ella y el fascinante trayecto de casi 4 horas fue maravilloso, un traqueteo continuo y relajante entre bosques nublosos de inmensas y muy variadas especies y campos de té en profundas laderas nos transportaba a la época inglesa. Cuando llegamos, fuimos a ver el famoso puente de los Nueve Arcos, de 1921, que es un símbolo del país y lo ves en todos los anuncios. Su arquitectura es perfecta y asombra porque sólo está construido con la piedra que los isleños llevaban con sus propios medios. Al dia siguiente madrugamos para hacer un safari por El Parque Nacional de Yala, que aunque cuenta con la mayor densidad de leopardos del planeta, no pudimos verlos, pero sí disfrutamos de sus ciervos, pequeños elefantes comiendo entre flores de loto en un paisaje precioso de lagunas con una torre de roca al fondo, jabalíes, iguanas, aves de plumajes fascinantes, colas abiertas de pavos reales, cocodrilos y búfalos. En ruta hacia nuestro destino de playa, visitamos Galle, la ciudad más importante de la Costa Sur, con su Fuerte Portugués y Holandés, Patrimonio de la Humanidad. El criadero de tortugas en extinción fue nuestra siguiente parada antes de llegar a nuestro destino final, Bentota, al borde del mar donde encontramos la habitación preparada al estilo honeymoon con pétalos de flores en la cama y una toalla en forma de corazón con más flores, una bonita bandeja de fruta envuelta en celofán con dulces muy dulces ponía el broche festivo. Todo un detallazo. El dia siguiente, último del periplo, lo pasamos relajados bañándonos en las cálidas aguas del Indico, comimos en el Paradise de maravilla, con unos chicos muy enrollados bailando melodías de Bob Marley. El son de esta musiquilla relajante acompañaba el sonido de las olas del mar a pocos metros. Comimos arroz con langostinos y una enorme barracuda a la brasa con ensalada, más arroz y unas hojitas maceradas con especias y limón por encima. Una delicia. Tras el festín, tumbados en las hamacas sobre la arena que nos ofrecieron, esperamos ver el anochecer de nuestro último día en la antigua isla de Ceilán. En el hotel nos tomamos la última botellita de champán del viaje. Ha sido un viaje inolvidable.

En Ibiza

En Ibiza

Era de esperar que hiciera frio y viento en esta isla en invierno, pero el sol y el cielo azul intenso a diario lo compensó. Alojados en San Antonio junto a la orilla de la bahía, recorrimos su paseo y oímos misa rociera en la parroquia de San Antonio Abad. En la capital subimos a la D’Alt Vila, rodeada de altas murallas, empinadas escaleras, callejas, casas medievales y palacios, la catedral y unas vistas espectaculares al mar. Con el coche de alquiler fuimos a Portitxol entre pinares adivinando el mar bajo sus farallones; Cala Salada bajando 149 escaleras hasta la cala, todas irregulares, la iglesia de Santa Agnés; Cala d’Hort; Cala Tarida con 89 escaleras de bajada y otras tantas de subida; el puerto natural de Cala Corral y la playa de Cala Bassa con impresionantes sabinas retorcidas, donde intuimos la puesta de sol porque se reflejaba en los farallones del fondo en tonos rosados. Visitamos las Salinas y su bonita y grande playa de fina arena donde nos mojamos los pies; luego fuimos al mirador de Vedrás con un enorme peñasco a unos metros en el mar, como se ve en la foto. Vimos la puesta de sol en Cala Comte, escondiéndose el sol tras un peñasco del fondo. Santa Gertrudis, con el campanario mayor de la isla y su devoción a Santa Rita de Casia y al Padre Pio; su calle peatonal con tiendas de ropas ibicencas y chalecos hippies. Luego fuimos a las cuevas de Çan Marça, refugio de contrabandistas junto al acantilado, con bonitas vistas al mar y al peñasco que salía de la cala de San Miguel. Dentro había formaciones kársticas con formas fantásticas y nos pusieron luz, color y música en una cascada de agua cantarina. Recorrimos Aguas Blancas y su playa grande y bonita. Luego San Carlos, con su iglesia y el famoso bar Anita, lleno de casilleros de Correos, donde en su tiempo se reunían los hippies y tomamos su licor de hierbas anisado. Otro dia fuimos a Portimatx, una playa acogedora con un paseo pegando al mar de rocas rojizas y un agua clara y transparente. Un poco más adelante bajamos al puerto, con su playa llena de algas y las barcas con sus aparcamientos naturales en roca. El Faro de Moscater lo dejamos de lado, para otra ocasión. Más adelante la Cala de Serrer. También fuimos a Es Canar, famoso por su pasado hippie,  su mercadillo de Punta Arábica y su pequeñísimo puerto de los de antes. Luego llegamos a Santa Eulalia con su gran playa en forma de concha, un puerto deportivo con yates y una costa muy escarpada y montañosa. Otro dia visitamos Sa Punta Galera con vistas a los acantilados inmensos y luego Cala Gració, la oscuridad del anochecer hacía interesante el paisaje con un pescador al fondo. También fuimos a Sa Caleta para ver la cala de Boul y el poblado fenicio que ahora están restaurando y tiene un enclave privilegiado con unas vistas espectaculares. Luego a cala Juncal y a Es Cubels, bajando un poco a mitad de camino de la cala para hacer fotos al agreste paisaje marino. Al subir al pueblo visitamos la iglesia estilo construcción ibicenca de la Virgen del Carmen. Después paramos en San José donde nos tomamos unas cervezas en Can Llorenz al sol del mediodía. La última tarde fuimos a la playa de Binarrás, donde los hippies despedían la puesta del sol tocando tambores. En teoría lo hacen los domingos por las tardes de verano, por lo que no teníamos esperanzas de ver un espectáculo así, pero cuando llegamos empezamos a oír sonido de tambores y allí estaban un buen grupo de unos 8 hombres tocando armónicamente todo tipo de percusión, así que nos quedamos oyéndoles tocar hasta la hora de nuestra última puesta de sol de nuestro viaje a esta isla. Alguien estaba haciendo taichi, había cuadrillas sentadas en la arena merendando y nosotros esperando la puesta de sol al calorcito vespertino. La isla nos ha parecido muy bonita por las buenas vistas de sus calas, de sus playas y sobre todo del color azul del mar y del cielo. Por lo demás, como ya la hemos visto por completo haciendo 500 km de recorrido por sus cuatro puntos cardinales, nos damos por satisfechos. No tuvimos ningún momento de intimidad para escaparnos y tener una cena romántica porque íbamos acompañados, pero bueno, también fuimos mentalizados de que eso podía ocurrir... y es que, estamos tan bien cuando estamos solos que de cada viaje que hacemos nos sale una nueva luna de miel. 

Dia regalado

Dia regalado

Hoy, 29 de febrero, dia de más en un año bisiesto más de nuestras vidas, día que tambien tiene santoral, San Doniteo, quiero hacer repaso de este mes tan loco, que se ha pasado tan rápido y que lo hemos celebrado tanto. Comenzamos por pedir la bendición de nuestros cordones a San Blas, en la iglesia de San Vicente, para que protegiera nuestras gargantas. Como no somos muy de Santa Agueda porque la canción nos parece triste de música, la pasamos un poco por alto, para dar paso a las celebraciones del cumpleaños de Pedro, tan variadas y numerosas este año. Felicitamos a la madre de Patricia por la Virgen de Lourdes y llegamos a una de las celebraciones más apreciadas por nosotros, la de San Valentín, en la foto, con langosta y champán. Todo muy romántico. Ese mismo día coincidió por la mañana con la imposición de la ceniza del "miércoles de ceniza", que devotamente recibimos en nuestras frentes, anunciando el comienzo la Cuaresma, la fiesta más importante del año, la que recuerda nuestra futura resurrección. Entretanto acompañé a Pedro a observar las estrellas desde Izki y la luna desde el Buesa...qué frio pasamos pero qué interesante fue. Luego hemos terminado, con pena, los cursos que empezamos en enero, porque nos hubiera gustado que hubieran durado un poco más por su enorme interés: el de Astronomia de Pedro y los Manuscritos Medievales para mi. También hemos ido a 3 cursos de informática muy provechosos. Las entradas de formación han continuado porque es nuestro deber y salvación continuar montados en el avión supersónico del progreso sin perdernos los avances del mundo, Entre unas cosas y otras, así hemos terminado el mes. Ahora nos toca preparar el primer viajecito del año previsto para el sábado 2 de marzo y que nos llevará a una invernal Ibiza, a la que esperamos sacarle todo el provecho que nos ofrezca. 

Celebradísimo cumpleaños

Celebradísimo cumpleaños

Este año Pedro ha cumplido una fecha conmemorable, la de su jubilación definitiva, el paso necesario para sentir la gran liberación que da dejar atrás una larga etapa y empezar otra mucho mejor, más feliz y sin duda, más enriquecedora y constructiva. Para celebrarlo, todo ha sido poco. Comenzaron los agasajos yendo a comer al pantano con la decana Matilde aprovechando que ella cumplía años dos dias antes; al dia siguiente llegó el cumple con mayúsculas, y se despachó con un buen desayuno regado con champán, comida con cordero asado en el Terete de Haro y un pleno de llamadas de sus fans y tanta gente que le quiere. Continuó la fiesta quedando a comer con su hermana mayor y al dia siguiente con la otra hermana en Logroño. Justo en la jornada siguiente, como era San Valentín, la celebración de su cumple se empalmó románticamente con una espléndida cena en la que no faltó el champán y donde se lució la estupenda langosta asada, las láminas de bacalao con salsa de manzana, un tierno solomillo y un dulce pastel de chocolate y fresa con forma de corazón. Para rematar los festejos, dos dias después, tras salir victorioso de los trámites de su nueva pensión ante la oficina de la S.Social de Laguardia, compartimos un sabroso chuletón con pimientos, ambos exquisitos, en un asador de Labastida. No se puede quejar de lo bien que lo ha pasado y lo bien que ha entrado en este nuevo año, porque para mayor redundancia, le llamó ese día su médica para felicitarle por los buenisimos resultados que habían mostrado sus analíticas. Es un hombre afortunado, estoy segura de que el día que nació los ángeles esparcieron polvo de estrellas sobre él y le bendijeron con la mejor de la protección y de las suertes. Te quiero mucho sweetheart.

Ilusiones en Madrid

Ilusiones en Madrid

El primer viaje del año ha sido a Madrid. Fuimos en bus porque anunciaban nieve y al final pudimos llegar sin problema a nuestro hotelito de confianza donde nos dieron una nueva habitación de película. Esa tarde vimos la exposición inmersiva de Pompeya, y retrocedimos a aquel otoño del año 79 cuando el tiempo se detuvo al pie del Vesubio. Antes hemos paseado por sus calles y jardines disfrutándolas hasta que he llegado el estallido fatal cubriéndonos de cenizas. Gracias a ellas se mantuvo en el tiempo a la espera de que lo redescubrieran en el siglo XVIII.  Luego, con gafas de realidad virtual hemos visitado una villa romana y en cuádriga hemos ido hasta el anfiteatro donde hemos presenciado en la arena una lucha de gladiadores y después, sumergidos, una batalla naval. Un realismo increible. Al dia siguiente experimentamos las cautivadoras ilusiones del Museo de las Ilusiones: el cuarto invertido, cabeza cortada, caledoscopios, habitaciones inclinadas, el cuarto de Ames donde varía la altura de las personas, el cuarto infinito de los espejos, la silla de Beuchet, el túnel del vórtice, la mesa donde los clones juegan a las cartas, y un montón más de experimentos para vivir en primera persona las ilusiones fotográficas, ópticas, hologramas y estereogramas a experimentar. Divertidísimo. También hemos paseado Madrid, el Retiro, el barrio de Salamanca, la Puerta del Sol y la Latina, hemos cenado en la Trucha, comido al aire libre en la plaza de Cascorro, visitado nuestros bares preferidos y después de ver a la familia, disfrutamos del inolvidable musical de Broadway: Chicago, un espectáculo lleno de fuerza, jazz en directo y un montón de gente en escena con una coreografía exquisita. Este musical lleva mas de 27 años representándose y ha sido galardonado con más de 60 premios internacionales. Casi tre horas de regalazo para los sentidos.

Adiós año 2023

Adiós año 2023

Este año tengo que decir que a diferencia de estos años pasados, por fin hemos tenido un año mejor que los anteriores en lo personal. Hemos tenido buena salud, hemos viajado al extranjero, hemos disfrutado del otros viajes y de nuestra vida de jubilados. Hemos ido a cursos y aprendido muchas cosas y estamos muy satisfechos y agradecidos a Dios  por cómo ha ido todo. Me da pena no decir lo mismo a nivel político nacional y sobre todo al internacional por las guerras que no cesan. Ojalá terminen muy pronto y podamos ver pronto durante este año cómo se produce la ansiada paz que tanto deseamos.

Gracias 2023 por todo lo bueno que nos has regalado.

Y la ganadora es....

Y la ganadora es....

De los lugares iluminados por Navidad que hemos tenido la suerte de ver este año, nos ha gustado mucho la grandiosidad de las luces de todo Madrid, la divertida calle Larios llena de ángeles y villancicos, el resto de calles iluminadas de Málaga y Benalmádena...pero lo que más nos impresionó y por eso la destaco declarándola ganadora, fueron la composiciones de luces y colores de la capital de Sevilla, tan armoniosas y barrocas a la vez, tan envolventes y embriagadoras.....una maravilla, qué ambiente tan alegre e ilusionante, qué emocionante ha sido pasear por debajo de ellas dejándote bañar por su luz.....

No puedo decir nada de las luces que tenemos en Vitoria....sólo que están a años luz de las que en estos sitios hemos visto.

Málaga y alrededores

Málaga y alrededores

Estos dias en Benalmádena han sido fabulosos. El ambiente navideño iluminaba las noches y las llena de alegria. Por las mañanas era obligado disfrutar del clima suave con temperaturas de 18 grados, pasear por la playa con ganas de tomar el sol y meter los pies al agua helada y salada pero deliciosa. Vinitos, cañitas y comidas en las terrazas al sol....fue un placer. Por las tardes, pasear por Malaga capital que estaba preciosa con su iluminado navideño y su calle Larios con espectáculo de luces y villancicos flamencos, fue emocionante. Habia muchisima gente y el ambiente era muy agradable. La iglesia de la Virgen del Carmen nos ofreció una misa del Gallo a las 12 de la noche el dia de Nochebuena, algo inaudito donde vivimos. Destacar que en el bar de la explanada de la iglesia con la terraza al sol, eran muy generosos. También hicimos excursiones, un dia subimos en teleférico al monte Calamorro a 800 metros e altura, con espectaculares vistas de toda la costa. Otro dia fuimos al Torcal de Antequera en una visita guiada para conocer los ammonites de la zona. Nos quedamos impresionados del panorama tan imponente que se ofrecía a la vista, con sus paisaje kárstico de formaciones rocosas en placas superpuestas, cuevas, simas y las cabras montesas que nos miraban desde los riscos con ese aire de superioridad de quien es dueño de aquellas tierras. En la foto estamos en una de las formaciones rocosas más bonitas del Torcal.

De todas estas experienciass que hemos vivido en Andalucía, hemos vuelto más sabios. Deseando volver a repetir un viaje por estas tierras  volvimos a casa contentos y muy satisfechos.

Sevilla y alrededores

Sevilla y alrededores

Antes de llegar a nuestro destino navideño, Benalmádena, pasamos unos dias en Sevilla con el fin de realizar varias intenciones, una de ellas especial, que teniamos pensadas desde que estuvimos allí el año pasado: visitar su barroca iluminación navideña y belenes del barrio de Santa Cruz; comprar lotería en la calle Sierpes; pasear por el parque de Murillo y las callejas del flamenco; cruzar el rio hasta el barrio de Triana, ver por dentro la Cartuja y rezar ante el Cachorro; tomar unas cañas con las especialidades de la zona y acabar en la Torre del Oro; ir a Mairena a picotear las gambas de Pepe el Mudo, las chacinas del Rafael y otras cosas ricas que nos quedaron pendientes del viaje anterior; volver a desayunarnos en el El Paso y saludar a nuestro querido Jose. Camino de Cazalla de la Sierra pudimos disfrutar de las inmensas vistas de los campos repletos de naranjos en flor; llegar hasta las refrescantes cascadas del Huéznar; pasear por las calles con techos de roca de Setenil de las Bodegas y comer entre versos en el Maria Tormento. Pero lo más importante del viaje a Sevilla fue volver a la iglesia de san Antonio Abad para rendir sentido homenaje de agradecimiento con flores amarillas ante San Judas Tadeo porque me fue concedida la petición que le hice cuando estuve allí mismo en el viaje del año pasado.

En la foto estamos en Setenil de las Bodegas junto a las casas construidas bajo sus famosos techos de piedra bordeando el rio Trejo.


Paseando la capital

Paseando la capital

Es indiscutible la opinión de que Madrid se ha convertido en una ciudad extraordinariamente bella y cautivadora y sigue siendo tan hospitalaria como siempre. Cada paso que das por sus calles es para admirar lo que surge a la vista, asi que en estas fechas que conllevan además el aliciente de la luminosidad navideña, la atracción que ejerce sobre tantisima gente que la visitamos no se puede apenas definir. La escapada que hemos hecho estos días de largo puente ha sido intensa, agotadora en kilómetros paseados y muy diversificada en temas, por lo que ha merecido mucho la pena haber sufrido dolores de pies, colas, frio y aglomeraciones de gentío. Las visitas al vetusto Palacio Real, al recién estrenado museo de las Colecciones Reales, al elegante Palacio de Liria y a la original iglesia de San Antonio de los Alemanes ha cubierto nuestra inquietud cultural; la asistencia a la ordenada concentración en el templo de Debod templó la parte ideológica; el encuentro con nuestros amigos Manu y Mabel nos llenó de satisfacción y el paseo por sus calles con picoteo, chocolate con churros y hasta turrón de Mira para traer a casa y seguir disfrutando de los sabores madrileños, ha llenado la interesante parte gastronómica. Esperamos volver muy pronto para seguir dando rienda suelta a nuestro espíritu aventurero descubriendo cosas nuevas y diferentes en este encantador lugar.

Mágica Khiva

Mágica Khiva

Khiva fué la última ciudad que vimos en Uzbekistán porque es la que se encuentra más al noroeste del país, cerca del aeropuerto de Urgench. Es conocida por su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Khiva - ciudad-oasis perdido en el desierto Quizil-Kum. Cuenta con 2500 años de historia y es testigo de batallas crueles y renacimientos esplendorosos. Aunque toda la ciudad está hecha de barro cautiva con su simplicidad y armonía de colores. Uno de los lugares más destacados y majestuosos de Khiva es el complejo arquitectónico de Itchan Kala, el museo bajo el cielo abierto, que ya en la época soviética fue incluida en la Lista de Patrimonio de Humanidad por la UNESCO. Cuenta con numerosos edificios históricos, como la madrasa de Muhammad Amin Khan, la mezquita de Juma y el mausoleo de Pahlavan Mahmud. El minarete más famoso de Khiva es el Minarete de Kalta-Minor. Este monumento de la arquitectura oriental es un símbolo de la ciudad y se encuentra dentro del complejo arquitectónico Itchan Kala. Es un minarete corto pero robusto que está cubierto con exquisitos azulejos verdes y azules. Fue construido en el siglo XIX y se suponía que debía tener 70 metros de altura, pero solo se completó un tercio de su altura original. La base del minarete mide 15 metros de diámetro y 29 metros de altura. El minarete está completamente cubierto con tejas esmaltadas y mayólica, las cuales siguen brillantes y vívidas tal como en 1855. Otro de sus minaretes es el de Islam-Khodja y es uno de los más altos de Uzbekistán. Tiene una altura de 45 metros y está decorado con intrincados diseños geométricos y caligráficos. Las murallas de Khiva son una de las muestras más singulares dentro del enorme patrimonio histórico y artístico que atesora Uzbekistán. Es un monumento grandioso ya que estamos hablando de un recinto amurallado que se prolonga durante unos 2 kilómetros en una forma prácticamente cuadrangular de estilo trapecio con el fin de que aumentar su grosor defensivo. Las murallas fueron construidas en el siglo XVIII y se encuentran en un excelente estado de conservación. La muralla exterior mide unos 10 metros de altura y 6 metros de ancho, mientras que la muralla interior mide unos 6 metros de altura y 4 metros de ancho. Visitamos un curioso hotel que fue una antigua madrasa y conserva todavía sus habitaciones, el Orient Star Khiva Hotel- Madrasah Muhammad Aminkhan de 1855 ubicado en el centro del complejo arquitectónico de Itchan Kala. El Palacio Tash-Khovli es un edificio histórico de Khiva que fue construido en la primera parte del siglo XIX y se encuentra en la parte oriental del centro de la ciudad. Inicialmente, contenía 163 habitaciones y 3 patios: un harén, mehmonkhona (parte de invitados) y arzhona (sala de audiencia). Las habitaciones del Khan y el harén están separadas de la parte oficial por un corredor continuo. Las habitaciones del mismo Khan eran las más espaciosas y mejor decoradas. Las otras cuatro habitaciones servían para las esposas de Khan, de las cuales, según el Corán, no debía haber más de cuatroPor la tarde visitamos el Bastión de Oq Sheykh Baba para ver la Puesta del sol, y tomar las mejores fotos panorámicas de Khiva. La verdad es que las fotos salieron muy bonitas con el sol anaranjado de fondo. Tras hacer las últimas compras de frutos secos y té, encontramos un pequeño restaurante junto a la muralla con vistas al minarete robusto y cenamos en su primer piso con vistas, unas típicas brochetas de carne a la brasa y 2 cervezas Sarbast muy ricas. De repente se puso un chico uzbeco a tocar con su clarinete canciones modernas y bonitas. Fue un broche estupendo de fin de viaje.

 

 

 

 



Divertida Bukhara

Divertida Bukhara

La ciudad legendaria de la Gran Ruta de Seda es Bukhara Noble o el pilar sagrado de Asia. EI origen de su nombre es variado, pero el más interesante es "bujarak" que significa Lugar de Fortuna. Es la única ciudad de Asía Central que tiene casi 2.000 monumentos del Patrimonio de Humanidad de la UNESCO y todavía se puede sentir el ambiente antiguo callejeando por su casco antiguo. Visitamos la Mezquita Bolo-Hauz. La zona de los Tres mercados, un complejo de cúpulas del siglo XVI conocido como la Primera (Toki-Sarrafon), la Segunda (Toki-Telpakfurushon) y la Tercera Cúpula (Toki-Zargaron). Es un recinto abovedado enlazado con un gran número de galerías para el comercio y los talleres artesanos. Nos llamaron la atención los primeros gorros de piel que vimos y que son un producto muy popular en los mercados de Bukhara y Khiva. Estos gorros están hechos de piel de cordero, astracán o de zorro y son ideales para el clima tan frio que sufren en invierno. Los hay para hombres y mujeres, y vienen en muchos colores y diseños diferentes. También entramos en un taller de marionetas muy graciosas y su dueño las hizo bailar. Bukhara es conocida por su cuchillería y su trabajo en metal, y es posible encontrar una amplia variedad de productos de alta calidad en los mercados y tiendas de la ciudad. Allí mismo es posible encontrar tijeras con forma de cigüeña, que son típicas de la región. Estas tijeras son un ejemplo de la artesanía local y llaman tanto la atención que no puedes dejar de comprarlas. Nosotros lo hicimos en la mezquita de las 40 columnas. Otro lugar impresionante que visitamos fue el Complejo Arquitectonico Poi-Kalon, con el Minarete Kalon, erigido en 927 y que representa la historia de Bukhara de los siglos XI-XI. En su parte más inferior mide 9 metros de diámetro, reduciéndose poco a poco hasta llegar a la corona rodeada por una decoración con estalactitas, alcanzando una altura de 46 metros. La Mezquita Poi Kalon  del siglo XII, es una de las más grandes del Asia Central. Al lado está la Madraza Miri Arab del siglo XV. Por la tarde vimos el Mausoleo de Samánidas de los siglos IX-X, que está construido bajo una técnica que sigue principios proporcionales. Allí está enterrado Ismail Samani, el emir que tras renunciar al zoroastrismo se conviftió al islam e hizo de Bujara uno de los grandes centros religiosos y culturales. Para ver la puesta de sol fuimos a la Ciudadela Ark de los siglos V-XIX, la estructura más antigua de la ciudad. Fue residencia de los emires de Bujara desde el siglo V hasta el año 1920, cuando fue bombardeada por el ejército ruso. A destacar sus minaretes, el de Kalyan que es uno de los más antiguos de Uzbekistán con una altura de 47 metros, decorado con intrincados diseños geométricos y caligráficos, y el de Chor Minor que es uno de los más pequeños de Uzbekistán con una altura de solo 9 metros y decorado con intrincados diseños geométricos y caligráficos. El guía nos explicaba los estilos y la forma de vida de los estudiantes de las Madrazas medievales y te das cuenta del mundo tan culto y diferente al nuestro. La gente en la calle iba vestida con brillos y ropas coloridas que para nosotros serían muy de cuento árabe. En el restaurante, repleto de alfombras enmarcadas, un señor estaba bordando una tela con el árbol de la vida y los símbolos de los horóscopos en unos tonos de colores variados y preciosos, sobre todo por la gran variedad de azules. Allí hemos comido su plato típico, el Plov que es su versión de la paella nuestra hecha con carne, ajos enteros asados, huevos de codorniz, pasas, manzana y vegetales. Realmente delicioso. La puesta de sol la disfrutamos encima de las murallas con la ciudad al fondo repleta de cúpulas inmensas y puertas descomunales. Luego paseamos por la ciudad iluminada. Al bajar compré unos pendientes con un colgante, 2 misbaha o rosarios musulmanes pensando que eran collares. Los Misbaha, Tasbih o Sibha contienen 99 cuentas de tamaño normal correspondientes al Nombrado de Dios en el Islam. A veces solo se usan 33 cuentas, en cuyo caso el orante las recorrería tres veces. No pude resistirme a comprar a última hora una pashmina de lanilla muy agradable. De noche acabamos cenando en el restaurante del lago al aire libre con una música movida y alegre que mezclaba ritmos árabes y modernos y la gente bailaba. Las mujeres iban vestidas con túnicas o casacas. algunas largas y muy elegantes, debajo llevaban pantalones anchos y bufandas de colores. Pocas llevaban cubierta la cabeza y su pelo era oscuro, largo, rizado y potente. Iban muy adornadas y maquilladas. Los colores brillantes, la seda y los patrones complicados son lo habitual en la ropa tradicional uzbeka. Las joyas eran doradas y plateadas, con piedras brillantes y las lucían en pendientes, pulseras y collares. Nos parecieron que disfrutaban de la vida cuando les vimos cenando en el lago ese dia entre semana. La terraza del restaurante estaba lleno de familias con niños, parejas y camareros apresurados sirviendo las mesas. Había mucho y muy agradable ambiente. Además nos tomamos unas cervezas de barril de medio litro con unas ensaladas de carne que estaban bien ricas. Luego en el hotel acabábamos la jornada con los frutos secos que nos quedaban de Samarcanda y la botellita de champán.

Vimos muchas bodas y las novias iban guapisimas con unos trajes blancos muy bordados y adornados de cristales y joyas. Segun nos dijo el guia, los matrimonios son arreglados por las familias de los novios, aunque cada vez es más común que las parejas se conozcan y se enamoren antes del matrimonio. Las bodas uzbekas se celebran con varios días de festividades que incluyen música, baile y comida. La ceremonia de la boda en sí misma es un evento importante y se lleva a cabo en presencia de un mullah o un imán. Durante la ceremonia, se leen pasajes del Corán y se intercambian votos matrimoniales.

 

 

Samarcanda

Samarcanda

La ciudad de Samarcanda, segunda ciudad en importancia de Uzbekistán, fue uno de los puntos más importantes de la Ruta de la Seda así como uno de los principales centros de la ciencia del oriente medieval y por ella pasaron grandes personajes de la historia. Es nombrada por Marco Polo en su libro de aventuras, donde se refiere a ella como “ciudad grande y famosa”. Tiene unos 2.700 años de antigüedad, y fue declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, siendo nombrada Encrucijada de Culturas por tener una cantidad enorme de valores materiales y espirituales. Samarcanda es la cuna del conquistador Tamerlán. Amir Timur, más conocido como Tamerlán,  cuyos logros rivalizaron con el mismísimo Gengis Khan. En el siglo XIV se convirtió en la capital del imperio de Tamerlán y la dinastía de los timúridas. Visitamos el famoso Registán, una impresionante explanada flanqueada por tres madrazas consideradas maravillas arquitectónicas: la Madraza Ulugbek, la Madraza Tilla-Kari y la Madraza Sher Dor. Todas son de estilo tradicional uzbeko, con cúpulas turquesas y mosaicos blancos, azules, verdes y dorados. Dentro de las madrazas hay tiendas donde venden artesanías y recuerdos. Luego visitamos la Mezquita de Bibi Khanym, un impresionante templo construido por la esposa del Tamerlan y otra de las maravillas de Samarcanda. El Mausoleo de Gur-e-Amir del conquistador mongol Tamerlán, quien fue enterrado allí junto a otros miembros de su familia. El edificio es de una belleza impresionante, con una cúpula azul turquesa y mosaicos dorados. También pasamos por el Bazar Siab, un mercado oriental donde vibra la atmósfera de esta ciudad antigua. Muchos años atrás el bazar servía como uno de los principales puntos estratégicos en el desarrollo comercial de la Gran Ruta de la Seda. Ahora es un mercado de agricultura o “dekhkan”, donde se destaca por sus deliciosos y variados frutos secos que nos acompañaron todo el camino, además de sus exóticas frutas, verduras y todo tipo de recuerdos. Al dia siguiente fuimos a las afueras de Samarcanda para conocer el legado de las escuelas de arte de visitando la Fábrica de producción de papel más antigua. La principal misión de los comerciantes que venían a Samarcanda desde diferentes partes del mundo en diferentes épocas, era, además de traer sus mejores productos, aprender nuevas y revolucionarias ideas, intercambiar culturas, tradiciones, religiones e idiomas. Entre esas ideas estaba la antigua tradición, nacida en China, de fabricar papel. La técnica secreta fue revelada en Samarcanda y los artesanos locales consiguieron desarrollarla aún más. A partir de ahí, el famoso papel hecho de la corteza de los árboles de morera se extendió por todo el mundo. Zarif Muhtrarov consiguió hacer su sueño realidad al reactivar este olvidado arte de la fabricación de papel. En su taller, con un molino de agua, recuperó una tradición de más de 1.000 años de antigüedad. También visitamos el Observatorio Ulugbek del siglo XV y su Museo. El Observatorio de Ulugbek se encuentra justo enfrente del recinto ocupado por el Museo Memorial de Ulugbek y es una verdadera obra de ingeniería. Mandado construir por el gobernador en ese momento, Mirzo Ulugbek en el siglo XV, fué el primer observatorio que hubo en el mundo oriental. Ulugbek, además de gobernador, fue un famoso astrónomo y creó un sextante de 30 metros para así poder medir las posiciones de las estrellas con la mejor precisión posible para crear mapas astronómicos de una precisión sin precedentes.

 


Las cúpulas azules de la Ruta de la seda

Las cúpulas azules de la Ruta de la seda

Estábamos situados dentro de Asia Central, en el lugar donde se desarrolló prósperamente la Ruta de la Seda en forma de red de caminos terrestres que unían China con las ciudades occidentales de Alejandría y Constantinopla, capital del Imperio bizantino. El nombre hacía referencia a uno de los productos más valorados de esta red comercial: la seda que se fabricaba en China, pero en realidad el intercambio comercial abarcaba muchisimos más productos que recorrían esta gran ruta en ambos sentidos. El recorrido completo de la Ruta de la Seda abarcaba 6.500 kilómetros que se extendían a través de Asia por caminos que fueron sufriendo variaciones a lo largo de la historia ya que la ruta permaneció activa durante más de 1.700 años. Tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos, en el siglo XV, su importancia decayó, aunque muchos tramos siguieron utilizándose hasta el siglo XX. La Ruta de la Seda no solo fue un recorrido comercial, también fue una ruta de peregrinación religiosa de budistas, musulmanes y cristianos y un espacio de circulación artística y cultural entre Europa y Asia. La Ruta se recorría en tramos y era raro que alguien la completara. Esta red de caminos se conectaba con otras redes de rutas comerciales, como la Ruta del incienso; la Ruta de las pieles; la Ruta de las especias y la Ruta del ámbar. Nos esperaba una interesante aventura y lo que íbamos a comnocer era algo muy diferente a lo que conocíamos de otros lugares del mundo. Cuando llegamos a Tashkent, la capital de Uzbekistán, no podíamos imaginar la arquitectura tan espectacular que íbamos a apreciar en todas las madrazas, mezquitas, palacios y complejos funerarios de este alegre país, recargado de deslumbrantes y bellísimas cúpulas azules y minaretes espectaculares. Las mezquitas y madrazas de Uzbekistán son conocidas por su arquitectura única y hermosa. Una de las características más notables de estas estructuras es que no tienen esquinas. Esto se debe a que, en la cultura islámica, las esquinas se consideran un lugar donde se pueden acumular la suciedad y el polvo, lo que va en contra de la idea de pureza y limpieza que es importante en la religión. Además, la falta de esquinas también permite que la luz entre en el edificio de manera más uniforme, lo que crea un ambiente más tranquilo y sereno. Empezamos la excursión en Tashkent. Allí visitamos el Complejo Arquitectónico Khasti Imam, importante centro religioso del país y una de las joyas de la arquitectura de la ciudad, que incluía las Madrasas Barak Kan y Kafal Shohi, donde ahora hay muchas tiendas de productos típicos y te llama la atención las confecciones de tejidos coloridos y trabajados, en forma de batas largas abiertas por el costado y los burkas tan bordados y bonitos. Luego entramos en la Mezquita Tilla Sheykh y en el Museo del Corán de Usman del siglo VII. Esta reliquia de Corán es única porque en sus páginas se han conservado las manchas pardas de la sangre del Califa Osmán. El libro sagrado fue traído a Samarkanda por Amir Timur, pero a la llegada de los rusos zaristas a Asia Central fue enviado a la biblioteca imperial de San Petersburgo. Después de muchas aventuras y desplazamientos a principios de los años 90 del siglo XX, el Corán se entregó a la junta espiritual de los musulmanes de Uzbekistán. La visita continuó en el impecable y limpísimo mercado Chorsu, uno de los más grandes y antiguos de Asia Central cuyos puestos se disponían en forma circular concéntrica en los que se podía comprar especias, frutas, verduras y sobre todo cortes de carne que tenían muy buena pinta. Por la tarde, tras comer un rico menú uzbeko con mucha verdura, arroz y carne de cordero, pusimos rumbo a Samarcanda. La aventura se ponía muy emocionante.

 
 

A la playa en octubre

A la playa en octubre

Los días 11 y 18 de octubre hemos estado disfrutando de dos playas distintas del Cantábrico, la de Zumaia, donde pasamos todo el dia paseando por la orilla y bañándonos en un agua muy agradable, y después la de la Arena, donde sólo nos metimos los pies al agua porque ya era muy tarde, la marea subía y el sol estaba desapareciendo en el hrizonte dejando en el cielo unas estelas de colores brillantes. El tiempo estaba tan veraniego que daba gusto pasear al aire con un tibio sol que acariciaba y no quemaba, sin necesidad de echarte cremas de protección. Disfrutamos mucho más de lo esperado porque éramos conscientes de que este regalo de la naturaleza nos durará poco, ya que intuimos que en breve llegará un otoño fresco y lluvioso que dará enseguida paso al largo invierno donde pronto tendremos que ponernos al abrigo de la calefacción.

El mar en Bali

El mar en Bali

El primer dia de los tres que pasamos en el playa nos bañamos en tres sitios distintos porque el agua verdeazulada estaba deliciosa, la mar en calma y el sol iba cayendo por lo que la temperatura iba bajando muy agradablemente. Como la marea también bajaba, después de bañarnos nos adentramos en una zona donde el agua no llegaba y fue muy bonito meterte mar adentro pasando por encima de unas formaciones volcánicas planas, con algas y vegetación. Los siguiente dias el mar estaba muy picado con oleaje fuerte y no disfrutamos bañándomos tanto como el primer dia porque las olas nos explotaban encima de seguido y además el retroceso era peligroso. El último dia, como el mar estaba muy bravío y las olas estallaba con fuerza y ruido de bomba, fuimos a ver el espectáculo de las olas a la península cercana porque habia unos miradores desde donde las veias golpear y elevarse con fuerza contra las rocas volcánicas levantando inmensas paredes de espuma y agua salada. Pasamos un buen rato muy divertidos adivinando por dónde nos vendría de nuevo la ola con la suerte de poder captarnos con alguna en la foto y tuvimos tanta suerte que incluso tenemos un vídeo donde la inmensa ola se ve cómo nos mojó bien mojados. Fue precioso estar allí y jamás se me olvidará esta película. Qué experiencia tan maravillosa. Ese día nos bañamos en la piscina del hotel, con su bar dentro de una isleta en el que nos tomamos unos cocktails Barry Collins. Para descansar del todo, en la habitación nos pusimos la bañera rodeada de cantos rodados con las sales que ponen a tu disposición y nos relajábamos la mar de bien. Como punto final del viaje, no podía faltar darnos un masaje balinés. Nos pusieron en la misma habitación con uno de esos pareos balineses tan vistosos. Nos tumbamos boca abajo  con la cara dentro del agujero de las camillas de masaje y debajo había un cuenco de agua con esas flores tan bonitas que parecen de orquídea. A lo lejos se oía una musiquilla relajante. Empezaron lavando los pies y presionando la pierna, luego la masajeaban metiendo bien el dedo de corrido y por todo lo largo haciendo incluso daño que después provocaba relajación. Después de la piernas siguieron con la espalda, los brazos, el cuello, la cabeza. Luego nos dieron la media vuelta e hicieron lo mismo. La cara fue lo que menos, pero el cuero cabelludo lo masajearon fuerte y a fondo y se notaba que tras cada pasada subían las manos y palmeaban, me imagino que serían temas de energías. El masaje duró una hora y el resultado fue muy positivo. Allí acabamos nuestro viaje. Me encantaría volver a Balí.

 

 

Templos en el agua y en el mar

Templos en el agua y en el mar

Mención especial para los templos que están situados en la caldera del cráter de un volcán, junto al agua o dentro del mar como el Templo Tanah Lot, situado en un enclave espectacular. De todos los Templos de Bali es el más popular. Se encuentra en un pequeño islote rocoso, quedando aislado con la subida de la marea, dando la impresión que flota sobre las aguas. También visitamos el Templo de Ulun Danu situado en la orilla del lago Bratan, inmenso lago formado por un cráter. Su agua, aunque turbia y honda, es sagrada para los balineses, lo que le confiere un aire místico especial. Estuvimos en otro templo donde la gente compraba comida para las carpas cuyo tamaño era considerable. La gente iba pasando por los pasos japoneses a modo de caminos dentro del agua entre las glotonas carpas. Puentecitos con figuras de dragones, pagodas con fuente aspersora y mucha estatua de animales, sus dioses y sus demonios. Chicas monísimas posando sin importarles la muchedumbre de gente allí concentrada a la que hacían esperar. Era tan exagerado todo que parecía un parque temático. Por el camino hacia la playa de Nusa Dua, nuestro último alojamiento en Bali, vimos un templo muy especial en el que tuvimos que subir muchísimas escaleras pero las vistas desde los templitos de arriba eran inmejorables tanto del mar y los pescadores a lo lejos como de las edificaciones palaciegas del interior del estanque, con sus puentes llenos de arcos historiados con sus estatuas. La vegetación era abundante y muy florida. Nos gustó tanto por la paz que se sentía allí dentro. Se acababa nuestro periplo de templos sagrados para dar paso a la fase final del viaje disfrutando de las bravas aguas del océano índico.

 

 

El lugar de los mil templos

El lugar de los mil templos

La isla está llena de templos y podríamos estar toda una vida allí sin terminar de verlos. No quiero dejar de señalar los que vimos, como el Templo Gunung Kawi o templo del acantilado un complejo funerario del siglo XI y yacimiento arqueológico protegido; el Templo Real "Taman Ayun" conocido también como el Templo del Bello Jardin, que se encuentra protegido por un gran y extenso foso y los templos del mar. El templo de Taman Ujung que es un antiguo palacio construido por el Rey de Karangasem y presenta un paisaje encantado de estanques, puentes, pagodas, pabellones y estatuas. Seguiremos hasta Tirta Gangga que es un antiguo palacio real llamado así por el río sagrado Ganges del hinduismo. Se destaca por las piscinas para bañarse y su templo. Si tuviera que elegir, me quedaría con el templo Tirta Empul en Tampaksiring Siring, famoso por sus aguas sagradas donde los balineses acuden para realizar el ritual de Purificación, sin duda uno de los Templos más importantes de Bali. La combinación mágica en un solo recinto de desniveles separando de manera natural los templos y pagodas e imágenes sagradas de todos los tamaños en un mismo recinto, junto al agua purificadora en todos su formatos de fuentes, arroyos, estanques de diferentes tamaños, con fondo vegetal de árboles, plantas y flores preciosas, consiguen que sientas paz, felicidad, tranquilidad y los mejores sentimientos de bienestar en esos instantes, deseando alejarte del mundo para retirarte a vivir en uno de estos lugares felices.