Fin de un año muy bueno

Muy bueno-buenísimo, ha sido este año 2024 para mí, porque además de haber gozado de una buena salud, de un marido al que amo, de una casa acogedora, de cierta tranquilidad económica, de aprender y asistir a cursos que me interesan, de pasar buenos ratos con la gente que quieres y de una jubilación que acabo de empezar, he puesto fin a los sufrimientos, situaciones duras y desagradables, asi como gastos considerables que he tenido que afrontar durante estos últimos 13 años por algo que te viene por ley de vida para que te hagas cargo tú de ello sin saber que viene con problemas. El tsunami venía preparándose hasta que por fin llegó y arrasó por varios frentes. Mientras pasaban estos años de angustias, pedía a toda mi Corte Celestial encontrar el camino para liberarme de los continuos quebraderos de cabeza que me daba gestionar tantas dificultades y poder desprenderme dignamente de esas pesadas mochilas para que fueran a parar a las personas adecuadas y así contribuir a la mejora su vida o a disfrutar de ellas, ya que yo ni lo quería ni lo necesitaba. Este proceso ha sido muy difícil de solucionar y ha estado lleno de obstáculos, pero al final así ha salido adelante, he sido escuchada y las personas que han llegado, han sido las adecuadas para hacerse cargo de aquello. Este año por fin, he podido finalizar la última de mis preocupaciones y me gustaría sacar algo positivo del aprendizaje de las situaciones vividas, como me suele gustar hacer, pero esta vez no he podido porque no he visto nada positivo, quizás con el tiempo lo vea pero no por el momento, aunque estoy segura de que mi fortaleza impedirá que asuma nada de lo traumático vivido. Lo único positivo que sé, es que me he liberado de todo y ahora estoy agradecida, relajada y feliz. La sensación de plenitud es inmensa, a partir de ahora voy a disfrutar de la vida intensamente y no dejaré de dar gracias a Dios y cantar sus alabanzas, llena de gozo por haberme ayudado tanto.
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