Año insufrible

No he podido escribir este año en el blog porque no era momento de risas y disfrutes. Quién iba a decir que después de estar a finales de febrero con nuestra querida amiga Arantza se iba a desencadenar esta inmensa tragedia que sigue durando tanto. Durante todos estos meses desde primeros de marzo, el monotema de la pandemia ha sido el protagonista que nos ha querido robar la vida literalmente hablando, aunque de momento sólo nos haya robado el tiempo, el contacto social y los desplazamientos sobre todo, pero no las ganas de vivir que siguen adelante y la paciencia, que la sacamos de donde no la tenemos. Además compartimos la más fuerte esperanza en que salimos adelante gracias a la confianza que tenemos en que muy pronto, todo este horror haya pasado y empecemos a disfrutar de una nueva vida, con vacunación o quizás sin ella, porque el virus haya desaparecido como pasó en una ocasión anterior no hace tantos años. La verdad es que muchas ganas de reirse no ha habido, pero tampoco desesperación, será porque somos optimistas de naturaleza y amamos la vida. Lo que sí hemos sufrido es mucha frustración al saber que el tema ha trascendido de su ambiente sanitario y ha sido secuestrado por el politiqueo en su peor acepción. Decían que esta situación iba a sacar lo mejor de nosotros mismos y que el cambio hacia una conciencia universal de amor fraternal y paz en la tierra estaba ya produciéndose, pero aqui tengo que decir que de esto nada. La insolidaridad de la gente culpable de que se haya producido una segunda ola no ha cesado, sigue habiendo gente negacionista que no deja de tocar las narices, los politicos que tenemos no han estado a la altura en su toma de decisiones y esperemos que no haya una tercera después de las Navidades. Se ve que algo más debe pasar para que surja algo bueno de la semilla que dicen se ha sembrado durante estos meses, pero los frutos creo yo que no los veré en lo que me queda de vida. De mientras seguimos viviendo y además muy contentos de tener lo principal, que es la salud. Por fin nos hemos dado cuenta de esta gran verdad....Dejo una vela en homenaje de todas aquellas personas que se han sacrificado para que los demás podamos seguir viviendo.
Este año también han cocurrido cosas buenas, pero por respeto a la situación que estamos viviendo, las relataré a partir de 2021, año en el que tenemos despositadas todas nuestras mejores esperanzas. Adiós año 2020, te borraremos muy pronto de nuestra memoria.
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