Entrando en la edad de la rana

Asi de contenta estaba yo ayer en el Ataria saboreando el sorbete de frutos del bosque tras una comida de lo mas deliciosa y era porque estábamos celebrando nuestra jubilación por todo lo alto, la mia y la de Pedro, ambas a la vez. Atrás queda la etapa de actividad laboral de nuestras vidas que nos ha dado mas quebraderos que satisfacciones. No ha sido una etapa feliz y no por el trabajo en si, cuya ejecución sí daba sentido a la vida, sino por los comportamientos y decisiones de determinadas jefaturas descerebradas con las que tienes que lidiar cuyas injusticias te enervan y son hasta celebradas por otros personajes tan descerebrados como ellos. Qué nivel mental y espiritual, valores éticos y principios morales tan bajos, cuyo unico fin era agarrarse y perpetuarse en su butaca como una lapa. Como conoces a la gente en el trabajo, mucho mas que las personas que con ellos conviven, qué pena te da cuando les ves o te les imaginas con su familia y amigos sabiendo lo que sabes de ellos. En fin, allá ellos. Nosotros cambiamos de tercio y a esa gente que la vida les de lo que se merecen. Nosotros ya les hemos castigado con el látigo de nuestra indiferencia. Ahora nuestros jefes somos nosotros mismos y vamos a aprovechar a tope el tiempo que nos quede en este planeta, lo mejor y mas alegres que podamos, porque Jubilación, no olvidemos, viene de la palabra júbilo.
Entramos en la edad de la rana, en la que haremos lo que nos de la gana!!!!!!
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