Con la prima Agustina

De camino a Cadiz, nos paramos en casa de mi prima Agustina para dejarle la crema Gerovital que le traje de Rumanía y de paso darnos un abrazo, que hacía mucho tiempo que no nos veíamos en persona aunque sí nos hayamos visto y charlado por las redes de vez en cuando. La mañana estaba soleada y fresca cuando llegamos. Allí estaba el primo Pedro esperándonos a la entrada de la cuidada urbanización donde viven con parque y piscina, para llevarnos hasta la bonita casa que tienen tan llena de luz, con su chimenea, un precioso piano de cola, el gato, los cultivos que cuida mi prima y un jardín lleno de flores. Nos obsequiaron con un apetitoso y abundante brunch y brindamos con el famoso cocktail Mimosa, con champán doble para mí, pues me bebí el de Pedro aprovechando que no tenía que conducir como él . El tiempo se nos pasó volando charlando y riendo. Sólo estuvimos una horita juntos porque teníamos 8 horas de viaje por delante y me marché con pena de no haber disfrutado más tiempo de la compañía de mi prima, asi que tenemos que volver con tiempo para pasearnos por la ciudad de Salamanca y divertirnos relajados de nuestra bonita amistad.
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