Navidad fuera de casa

Este año y por casualidad, nos salió el viaje a Granada que comprendía el fin de semana de la Nochebuena y la Navidad y era la primera vez que pasábamos estas fiestas fuera de casa y de la familia. La experiencia ha sido muy buena y queremos repetirla, porque es muy relajante y una verdadera maravilla no tener que ir a la compra, ni tener que perder el tiempo cocinando. Saber que tienes todo el tiempo para ti, para vivir momentos de paz, algo que tanto se desea tener en Navidad, es muy satisfactorio. Preparar tus mejores galas, ponerte elegante y esperar que pase lo mejor, no tiene precio. La mesa tenía su propia decoración navideña y la organización de los ágapes era de tipo buffet donde podías escoger todos los deliciosos caprichos que desearas para deleitarte. El hotel estaba lleno. Muchas familias habian ido exclusivamente a pasar allí la Nochebuena y hacer lo mismo que nosotros. Tras la cena, una copita con espectáculo de canciones de siempre, cantándolas con emoción y energía, nos alegró del todo la velada. Qué placer vivir así ocupándote sólamente de tí.
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