Agosto 2019

Este mes de agosto ha sido tranquilo. Antes de empezar las vacaciones, estuvimos de visita guiada con la profe del curso de historia de la indumentaria, por el cementerio monumental de Santa Isabel, un lugar muy interesante lleno de personajes famosos que han conformado la historia de la ciudad, aqui dejo la foto de un angel en actitud meditativa, con su moflete regordete apoyado en su dedito. Al dia siguiente, comenzó el periodo de fiestas de Vitoria y lo vivimos como siempre, sin implicarnos en los festejos. Como el dia de la bajada del Celedón fuimos a la Procesión de los Faroles a la que nunca habiamos asistido para madrugar para la del Rosario de la Aurora, el dia de la Blanca nos levantamos tarde y salimos a pasearnos antes de quedar con Maite e Ilde para la comida, que por cierto estuvo estupenda, esta vez en el Iradier. Poco mas hicimos que comernos la primera  txuletita a la brasa del verano el dia 8, lo sé porque Pedro lo tenia apuntado. La mala noticia de esa semana de fiestas, justo cuando estabamos enseñando a Ilde el Seminario donde estuvo estudiando de pequeño, fué la llamada por telefono anunciandonos el fallecimiento del tio Mamuel, del que por un azar nos pudimos despedir al saludarle por fiestas. El tio, aunque tenia 84 años, llevaba una vida divertida, con amigos, excursiones y salidas a pescar a Zumaia, donde habia estado justo 2 dias antes. Me acordaré de las cenas de Navidad porquesiempre me ponia a su lado, le pelaba los langostinos y le escuchaba sus historias de sus recetas y lo bien que se arreglaba en su casa. Tras este episodio, comenzamos las vacaciones laborales con ganas pues estabamos cansados. Por ello las actividades han sido muy tranquilas. Una visita a Paul nos llenó de verduras la despensa, otra a Labraza nos hizo pasar un dia increiblemente bueno tumbados junto a la muralla sin una gota de viento. El dia de la Virgen fuimos a misa en Estibaliz y por la tarde volvimos porque habia musica, pintxopote y cine en el Pater del monasterio y nos encontramos con la amiga de toda la vida de la familia de Pedro, Matilde, que estaba con otra amiga y acabamos en el palacio Elorriaga muertos de frio, tomando una infusión. Al dia siguiente fuimos a la visita guiada nocturna y entramos con velas en el santuario de Estibaliz, allí nos explicaron toda su historia y admiramos los ilustrados capiteles románicos con detenimiento. Un dia pusimos rumbo a la playa de Zumaia en la que pasamos mucho frio porque un viento fresco nos venia de frente y si te ponias a la sombra te helabas, y si te ponias al sol te quemabas. Las ciruelas de la casa de Monika nos las llevamos tras un dia de mucho viento y con ellas hemos estado haciendo helados caseros. Otro dia estuve visitando a mi prima en Castro, que es un lugar precioso, ya lo dice la canción. Tambien bajamos a Bilbao a devolver la visita a Arantxa que sabe todo de su ciudad y nos hizo un recorrido turistico que seguro no lo supera ningun tour operator. Nos llamó la atención el dia del concierto en la iglesia de Antezana, porque nos quedamos pasmados viendo las modernas pinturas cargadas de simbologia en las que ha participado todo el pueblo. Destacar su amabilidad y lo bien que nos trataron tras el concierto con un piscolabis muy generoso. Una de las actividades mas satisfactorias que he vivido ha sido la de limpiar los santos de nuestra iglesia, ahí subida en los altares, qué maravilla, recorriendo la piel y los contornos anatómicos de esas esculturas del siglo XVII sintiendo un gustazo parecido a cuando acaricias la piel de alguien. Yo sé que me transmiten energía y sobre todo mucha paz. Todavia nos quedan unos dias mas de vacaciones y el broche final lo pasaremos en un sitio muy interesante que lo dejaré para el próximo blog.