Cascadas en serie

Al no poder hacer la comida del dia de Olarizu por estar los tres de viaje, a Matilde se le ocurrió hacer una excursión unos dias antes y pensamos que sería interesante conocer las orillas del pantano de Sobrón navegándolo. A su vez, como se nos ocurrió comer en Frias y Tobera quedaba al lado, fuimos a visitarlo para disfrutar de la belleza de estas recogiditas cascadas del rio Molinar que separan muy en cuesta el pueblo en dos con la ermita de la Virgen de la Hoz cobijada bajo unas inmensas paredes de piedra que hacen de alero, y el Humilladero del Cristo de los Remedios con su puente medieval como punto de partida en lo alto del pueblo. Las cascadas se recorren por los paseos empedrados que hay en sus orillas y hay miradores, pasos japoneses de piedras en el cauce y puentes por donde observarlas en mejor perspectiva. Bajo cada cascada se formaban unas pozas de aguas cristalinas tan agradables que te daban ganas de bañarte en ellas. Como las cascadas iban cayendo en curvas mezcladas con la vegetación, incluso podías pasar por el interior de la caída de la cortina de agua de una de ellas. El ambiente parecía mágico y el conjunto resultaba ser una preciosidad, muy tropical, relajante y refrescante.
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