Charlando en las ondas

En visperas de mi jubilación definitiva, me llamaron los tutores de KZGunea para "tener una entrevista" con unos chicos que querían preguntarme por la satisfacción de los cursos y charlas que ellos imparten. Como tenemos muy buena relación y confianza, y todo sea para que haciendo estos méritos los chavales conserven su trabajo, le deje que sí a todo, sin caer en la cuenta que la entrevista iba a ser en las ondas de la radio con difusión local cuando menos. Un dia antes me llamó mi entrevistador para charlar sobre mis conocimientos del tema y quedar para el dia siguiente. Así que ayer, con mis apuntes en la mano, llegué a la emisora habilitada provisionalmente en un Bizan y me planté frente a una mesa llena de micrófonos, cables y demás aparatología de radio. La profe y su coordinadora estaban como flanes de nerviosas y eso a mi me dio más aplomo a la hora de responder las ingeniosas preguntas de mis entrevistadores: Rubén, el chico simpático de la foto y Naiara, la chica sentada, jefa del programa. El de pie era un técnico de la radio pendiente de cualquier imprevisto. Mis contertulianas comenzaron hablando de la oferta de formaciones que imparte KZ y el periodista empezó a meter caña preguntándolas por dos cursos en concreto: el de ciberseguridad y el de Inteligencia Artificial. Tras una breve definición del contenido a cargo de la profe Maria, me tocó el turno de explicar mis conocimientos sobre el tema, sus bondades y mis experiencias con la famosa IA, ya que como mayores que somos, estas cosas entran dentro de la denominada brecha digital y parece que tuvieramos que estar, por nuestra edad, apartados de los avances tecnológicos actuales por complejos de practicar e incomprensibles de entender. Pero no, mira, al contrario, se quedaron asombrados por el manejo y soltura que hacemos con lo que nos ofrecen las nuevas tecnologías y los servicios que nos prestan los chats inteligentes de la IA en concreto. Las verdad es que me gustó hablar de todo ello, me sentí cómoda y se me hizo muy corta la conversación. Como el tema da para mucha polémica y sería interesante haber profundizado en lo que puede suponer vivir con algo tan revolucionario, espero que haya una siguiente oportunidad, a la que me apuntaría seguro de inmediato. 

Cuando salí, ya tenía dos mensajes de espías que me habían reconocido: mi amiga Patty y el sobrino Mikel. Si es que cuanto más te quieres esconder, mas te pillan...