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En las playas de Gandia

En las playas de Gandia

El domingo de San Isidro, llegamos muy tranquilos a Gandia, sobre el mediodia. Por la tarde, tras descansar y para conocer aquello, fuimos andando por su moderno paseo marítimo. Descubrimos una playa inmensa, tanto de ancha como de larga. Al final había un muro con paseo hasta el faro, donde la gente disponía de sitios para pescar. Al otro lado estaba el puerto, donde nos tomamos una cerveza en uno de los chill out que hay junto a los muelles. Volvimos por el mismo paseo, lleno de heladerías, chocolaterias, horchaterias y sitios dulces. La ciudad, alejada unos 4 km de la zona de playas, es grande, con una población rondando los 70.000 habitantes y el rio Serpis atravesandola. La oferta cultural es interesante. Visitamos el palacio ducal de los Borgia, con una arquitectura muy típica de allí mezclando elementos renacentistas con góticos y ventanas lobuladas. Está considerado una de las mansiones señoriales más importantes de la corona de Aragón y allí nació San Francisco de Borja. También estuvimos en la casa de la Cultura del Marqués de González de Quirós donde había una entrañable exposición de los estudios y los trabajos de las estudiantes del colegio de las Carmelitas que cesó en 2009. A su lado estaban los jardines de la Marquesa que permanecían todavía anclados en un silencioso siglo XIX, con unos arboles frondosos y su kiosko de bebidas. Allí, en el paseo de las Germanias, está la moderna iglesia de San Francisco de Borja donde el sábado oimos misa con un cura argentino muy expresivo. La zona del reformado mercado de 1923, está llena de terrazas muy animadas. 

En Gandía nos hemos dado el primer baño del año y aunque la arena quemaba, también hemos jugado partidas de palas. El hotel Villa Luz, donde las pinturas de Sorolla, adornan todas las estancias, nos gustó mucho. La habitación era moderna y nueva, a 3 manzanas del mar, además tenía chiringuito de playa propio, donde organizan actividades en verano. Hemos comido y cenado de maravilla. No olvidaré la originalidad de sus tapas gourmet de cucharita, el cortador de jamón al mediodia, las aguas de sabores y las copas de champán del hotel. Gandia ha puesto el punto de partida de nuestras jornadas playeras del año. 

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