Fin del año 2021

Este año ha sido duro y maravilloso. Ha habido que sufrir al pasar por algunos procesos, pero han terminado tan bien que por fin estoy viviendo muy feliz desde la segunda mitad del año por lo menos. Ha sido muy duro perder a personas queridas sin poder despedirnos, como a Ricardo, el marido de mi amiga Geli. La pandemia no ha dado tregua y aunque dice que ya no es mortal, no por eso podemos bajar la guardia y seguimos sin relacionarnos con la gente y con la mascarilla hasta los ojos. Hemos estado sin poder viajar hasta mediados de año. Alguna sombra de decepción por la actitud de familiares cercanos me nubla a veces la alegría, pero puedo superarlo. He sufrido mucho con los problemas del taller de mi padre y del caserio de la abuela, pero al final he tenido la gran suerte de poder desprenderme de ellos y esto me ha dado la vida de nuevo, con lo mal que lo he pasado estos años estoy ahora que no me lo puedo ni creer. Además y gracias a Dios, hemos tenido mucha suerte con la salud, que no se nos ha resentido con tanto virus suelto. Y personalmente, estoy feliz porque tengo un marido adorable, unas amigas incondicionales, hago lo que me da la gana al no tener ya que trabajar, estoy aprendiendo muchísimas cosas porque hago muchos cursillos felices, hemos viajado por nuestra piel de toro pasando momentos inolvidables y vivo tranquila en la casa de nuestros sueños junto a mi dorado príncipe que enciende mis labios con sus besos de amor. Qué mas puedo pedir?
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