Mi guardia de corps

Alíbabá lleva conmigo mas de 20 años, vino en la maleta de vuelta de un viaje a Tunez y desde aquel momento se convirtió en mi guardián, siempre atento con esos ojos inmensos y penetrantes mirando a la puerta, con su escudo y cimitarra preparados aguardando a quien pase por ella. Ahora tiene un lugar especial a la entrada de nuestra casa y ahí seguirá hasta que él lo desee y espero que lo sea para siempre, no vaya a ser que se enamore y se me escape. Este morenazo tan apuesto, tan gallardo y valiente, intimidando a quien se atreve a meter el pie dentro de casa, se encuentra igual de guapo que hace 20 años porque para él no pasa el tiempo.. . y todavia me sigue siendo fiel... qué suerte la mia!!!!!
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