En Malaga capital

Ya en Malaga capital y alojados en unos centricos apartamentos, nos dirigimos nada mas llegar a sus enormes playas urbanas repletas de gente paseando y haciendo deporte tras su jornada laboral o bien por andar un poco. El puerto deportivo estaba muy animado y andando, andando llegamos hasta el Pedregalejo donde tomamos nota de dónde celebrar nuestra cena romantica de despedida, como hacemos en casi todos los sitios a los que vamos. Picoteamos por sus bares y cervecerias cercanos a la calle Larios, las frituras crujentes y sabrosas con unas cervezas heladas divinas, tan diferentes a las nuestras. Visitamos el museo Picasso que nos decepcionó un tanto al estar allí obras de las que menos conocemos del artista pero en cambio nos gustó mucho su moderno museo histórico, enclavado en pleno paseo maritimo junto al mar, un lugar privilegiado. En el famoso Pimpi tomamos ajoblanco y salmorejo rodeados por toneles firmados por famosetes, y otro de los dias, en el pueblo de Rincon de la Victoria, aunque el dia estaba muy ventoso, el paseo por las antiguas vias del tren con las olas chocando contra su costa acantilada fué muy interesante. Aqui comimos en casa Kiko y como su nombre indica, nos pusimos como tal a pescados a la plancha. La visita a Malaga y su costa terminaba pero todavia nos quedaba mucho viaje por delante.