La Santa Espina

Ésta ha sido una Semana Santa intensa, de recogimiento, tranquila y silenciosa, meditando la etapas de la pasión al ritmo lento y emotivo de sus celebraciones desde que el domingo de Ramos comenzó la semana con la bendición de las ramas de olivo, la continuó el lunes con la confesion comunitaria, seguida por los Oficios del jueves y del viernes con sus sencillas procesiones cantadas de saetas y bertsolaris, los programas de la tele arrojando luz sobre la figura de Jesus, the Jesus code; la subida a la cruz de Olarizu del sábado santo para rezar a la Virgen, continuada por la emocionante ceremonia de la luz de las velas de esta noche y por fin la proclamacion de Jesus vivo en la misa del domingo de resurrección, momentos que han desgranado suavemente unos dias santos que nos han dejado dentro el calor reconfortante de la pascua y del renacer de la vida. Jesus vive entre nosotros, nos ama y le importamos mucho, por eso nos ha dejado la misión de hacer brotar la vida: sortarazi, en nuestro mundo. El evangelio del domingo de resurrección de San Juan estuvo dedicado a esta enigmática mujer, Maria Magdalena, la primera persona que al ir a adecentar el cuerpo de Jesus tras haberlo bajado de la cruz y metido en una cueva sepulcro cerrado por una piedra, se lo encontró vacio y que al salir de él toda asustada fué de nuevo la primera persona que vió y habló con Jesus resucitado; alguien que habia vivido con él sus años de predicación y de quien las leyendas se suceden interrogantes por quedar constancia escrita de que ella habia sido la persona "a quien mas amó Jesus, incluso mas que a sus discipulos" pero de quien tan poco se sabe al ser una mujer judía producto de una sociedad en la que las mujeres no ocupaban mas que un lugar muy secundario. Con las historias que sugiere la vida de esta figura femenina en la vida de Jesus surge la esperanza de mas cercanía y humanidad en quien todo lo dio por nosotros, incluida su propia vida y solo nos queda dar gracias a Dios porque la victoria de su Hijo ante la muerte nos ha salvado la nuestra convirtiéndose de este modo en el vencedor de nuestras pequeñas y grandes muertes de cada dia. Dejo el cartel de la semana santa vitoriana de este año y quiero hacer mi particular homenaje en esta semana de procesiones a la venerada reliquia de la iglesia de San Vicente: la santa espina de la corona de Cristo que sale en la procesion del silencio del viernes santo.
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