Dejandote llevar

Estos singulares dias han sido de esos momentos en los que el tiempo se paraliza para dejarte contemplar con mucha tranquilidad y tumbado dede la cama, el sofá o las hamacas de la terraza de la cabaña, porque desde cualquier estancia el espectaculo era increiblemente bello, las vistas espectaculares de un paraiso único donde se fundian el mar y el cielo con unos amaneceres y unas puestas de sol potentes, enmarcadas en un marco verde relajante que te absorbia la mente dejandola en blanco y donde solo recibias mensajes visuales de hipnotizadora naturaleza llenandote de paz interior. Al amanecer llovia torrencialmente para dar paso después a un dia despejado y de colores vivos y limpios, desayunabamos en la cabaña, nos tirábamos después al agua calentita nadando con los peces de colores que confiados se hacian tus amigos, a mi se me ve la cabeza saliendo del agua en pleno anochecer y paseabamos con la canoa, Pedro es el de la foto, navegando por un mar plano acercandonos a los cayos viendo los bosques de manglares de la costa y sintiendo una muy suave brisa templada con olor a tierra humeda y salitre. La experiencia ha sido inolvidable.
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