Caudal del fin del invierno

Cuando fuimos a la fabrica de Ibernalo en Kanpezu, el dia estaba radiante y nosotros estábamos muy necesitados de sentir el sol en el cuerpo tras un largo mes de frio, nieve y lluvia. Aprovechando una visita a dentista que acabó pronto, decidimos ir a comer a Maeztu tras bajar el puerto de Azaceta y templados por el sol del mediodia y la comida tan rica, pusimos rumbo a la fabrica. Tras aprovisionarnos de nuestro saco de harina nos paseamos tranquilamente por la antigua via del tren que ahora es un frondoso y espectacular camino entre árboles y rios. En verano se apresa el rio Izki a la altura del parque de Lizartza, piscina natural en la que nos hemos bañado alguna vez y también celebrado algun San Juan con hoguera y chocolate caliente. En invierno se abren sus pequeñas compuertas para dejar pasar el agua del invierno y del deshielo. Esta vez la fuerza de la corriente era extraordinaria, el ruido y la velocidad a la que bajaba el caudal del agua hacía chocar el fondo de la cascada con un sonoro estruendo de espuma creando arcos iris hipnotizantes que no podias dejar de admirar.
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