Arrivederci Roma

Atrapados por el encanto que envuelve Roma dijimos un sentido hasta pronto con una cenita muy romántica en el Trastevere y la despedimos desde el puente sobre el Tiber con la cúpula de la basilica de San Pedro al fondo. Volveremos cuando sepamos que la fontana de Trevi luce en todo su esplendor, la iglesia de la Trinitá de la plaza de Spagna está restaurada poniendo la guinda del pastel a las escaleras de la plaza y el Panteón se haya desprendido de sus velos. Tenemos que visitar los museos vaticanos con tranquilidad y pasearnos por el Foro imaginándonos que estamos en la Roma imperial. También tengo que llevarle a Pedro a meter la mano en la boca de la Veritá, subir y bajar via Venetto y visitar la cripta de los cauchinos. Nos queda ir a la iglesia donde está el Moisés de Miguel Angel, visitar el Coliseo y sus iglesias mayores y me encantaría tener tiempo de sobra para aburrirme mirando los escaparates de sus tiendas, sentarme en cualquier terracita de uno de sus coquetos cafés para mirar cómo pasa el tiempo y la gente y sobre todo volver a cenar en el Trastevere en una mesa pequeñita con una vela y tomarme un negroni en el sitio donde me lo tomé divirtiéndome como me divertí. Arrivederci Roma, te recordaré con el recuerdo de esta fontana de la piazza Nabona y todo el romanticismo que nos has regalado estos dias junto a ti.