Fiorence

Magnifica Fiorenze, pero antes de llegar pasamos por Padua para visitar a San Antonio casamentero, aunque tambien puedes pedirle salud y trabajo y por Ferrara, la primera ciudad urbanizada del mundo y en la que comimos su especialidad: capelazzi con salsa ragu y tortellini al fungui. La carretara estaba muy nevada y al final llegamos con mucho frio a Florencia pero a todo correr fuimos a visitar su ciudad, con su puente Vechio lleno de joyerias, la plaza del Duomo con sus estatuas y por supuesto su catedral de marmoles verde, blanco y naranja con su doble cupula para lograr una mejor ventilacion, asimismo visitamos la iglesia panteon de la Santa Croce, la botica de los Benedictinos donde se creó el primer perfume del mundo y callejeamos todo lo que el frio nos dejó pasear. Fiorence hoy es cuna de la industria de la moda u sus escaparates son como museos con creaciones espectaculares, pero en la epoca medieval fue la sede de la familia Medicis que para evitar atentados se hicieron construir un paso levadizo que iba desde su palacio Pitti atravesando el puente Vechio hasta la sede del gobierno. Nos contaron que los Medici se cargaron al gremio de los carniceros que eran quienes originariamente ocupaban las tiendas del puente por las intrigas que se traian y que pretendian acabar con esta familia reinante, tras ello ordenaron se instalaran los orfebres que ahora han derivado a joyeros. Visitamos el mercado del Porcellini, jabalí de hocico lustroso de tanto tocarle para conseguir una futura vuelta a Florencia. En el antiguo café Gubbe Rossi, donde se creó la tendencia del futurismo, tomamos una rica copa de vino con un montón de canapés de acompañamiento. Hacia frio, el viento era helado y en algun momento nevó y no nos dio tiempo a ver l’Academia ni el museo de los Uffizzi, asi que tendremos que volver pronto a completar nuestra visita.
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