Blogia
Innnspiracionessss.....

Hoy me he recordado del Jatinga...

Hoy me he recordado del Jatinga...

En el lodge Jatinga junto al parque Krueger pasamos unos momentos inolvidables. Son esas vivencias que han calado tanto dentro de ti que muchas veces las recuerdas y hoy ha sido uno de esos dias. Un lugar tan especial en un momento tan bueno como el que fuimos en el que todo el lodge estaba a nuestra disposición pues éramos los únicos huéspedes, hizo que lo disfrutáramos aún mas pues pudimos pasearlo a gusto por sus románticos jardines, disfrutar del sonido de su arroyo que en esos dias rompía con fuerza contra las rocas  por el caudal que traía y que miramos embelesados desde una plataforma de madera desde donde se observaba el movimiento de sus aguas en un paisaje incomparable dotado incluso de una capilla al aire libre en la que te imaginabas a los contrayentes acompañados del rumor de las aguas viviendo uno de los momento mas emocionantes de sus vidas. Los jardines estaban llenos de vegetación y árboles autóctonos muy diferentes para nosotros, había uno en concreto cuyo tronco tenía pirámides acabadas en punta que me llamó la atención de manera especial. Las flores de los parterres además de bien cuidadas, bonitas y coloridas, junto con las plantas aromáticas y la hierba húmeda, perfumaban el aire y de verdad que daban un especial sosiego al espíritu. Cenábamos en la terraza cubiertas por cristaleras a la luz de las velas con la chimenea encendida, la comida era fabulosa y los camareros nos hacían sentirnos como reyes. El desayuno servido en unos trípodes de hierro forjado te recordaba el origen colonial de aquellas estancias de los años 20 del siglo pasado, recargadas de muebles y cuadros de dicho estilo que daban un toque muy acogedor a todo el ambiente que una y otra vez te hacía integrarte en plena naturaleza. Las casitas en las que nos alojábamos los huéspedes, eran de cuento, con estancias enormes y decoradas con mucha tela, mucho cortinón y cojines por todas partes. El baño era inmenso y precioso, dotado incluso de una zona de ducha al aire libre cubierta de hiedras que no pudimos utilizar por la humeda del ambiente, pero no pudimos resistirnos a darnos un bañito relajante nada mas llegar para descansar del viaje y aprovechar para bebernos la botellita de champán que llevamos siempre a los viajes y que nos supo a gloria. En este lugar nos colmaron de atenciones y detalles que nunca olvidaremos. Ojalá volvamos algun dia.

0 comentarios