Los calçosts

El domingo estuvimos en Paul invitados a comer calçosts que los amigos de Jox epe y Dor eli habian traido de Lleida pues debe ser ahora la época de comerlos. Qué cosa mas rica y qué divertida de comer. Bien asaditos, después de sudar metidos en paquetes de papel, viene la ceremonia: tienes que cogerlo de los rabitos verdes y tirar con fuerza hacia abajo para desprender las capas mas duras del calçot, luego lo untas en la salsa especial que es riquisima pues lleva almendras, avellanas, tomates y pimientos asados...y te lo comes como hacian los lagartos extraterrestres de la serie "V" de los años 80. Esta especie de cebolla es un manjar delicioso, suave y exquisito al paladar, asi que empiezas a comerlas y no paras, venga a untar en la salsa, pasándola con un vinito rico y llenándote de calçots sin dejar sitio a las butifarras que vinieron después, blancas, rojas y una costilla asada estilo diplodocus que se comia sola pues ese sabor a la brasa la deja muy sabrosa. Como previamente a la comida nos habíamos tomado el aperitivo de calamares a la romana que habian traido sus otros amigos, junto con patatas fritas y aceitunas, no podíamos llegar al postre, pero como tenía tan buena pinta hicimos un esfuerzo: biscuit con chocolate caliente y macedonia de frutas, buenisima combinación. Allí anduvimos pasándonos recetas como es habitual bebiendo un aromático Limoncello, lo que nos faltaba, asi que antes de entrar en el estado de boas hibernando, fomentado por el calorcillo de la cocina de troncos que era tan agradable y te invitaba a tumbarte, pusimos rumbo a casa mas contentos que unas pascuas.
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