Hacia la costa norte

Esta vez, acompañados de mi amiga, su marido y su hija, nos pusimos camino de la costa norte con la intención de llegar hasta la frontera de Huelva. El primer destino fué Chipiona, cuya iglesia de la Virgen de la Regla no pudo dejarnos ver su bonita imagen al estar tapada por las celebraciones de la Semana Santa. LLegamos a su cuidado cementerio para ver el mausoleo donde descansa Rocio Jurado y nos gustó mucho la estatua suya en bronce de trazado muy delicado, elegante y muy bonita. Después llegamos a Sanlucar de Barrameda, a la desembocadura del Guadalquivir, ancha orilla fronteriza con Huelva y lugar donde embarcan las peregrinaciones al Rocio, allí estaba la ermita de la marinera Virgen del Carmen donde las Hermandades la ofrendan con continua devoción y esto me parece muy emocionante. Comimos sentados frente a este escenario ribereño unas delicias que nos supieron a gloria: el arroz caldoso de pescado estaba riquisismo, las almejas y no podían faltar sus famosas gambas, que son un verdadero placer. Paseamos por Sanlucar que estaba lleno de gente para asistir al paso de las procesiones y después terminamos el recorrido en Rota, cuya ciudadela es un encanto andaluz y su playa es una continua invitación a disfrutarla. Con la retina llena de muy buenas sensaciones acabamos el dia en casa de mi amiga que nos regaló además de su reconfortante compañía y la de su familia, con una cena de jugosas frituras y un jamon exquisito, comida que puso el mejor broche final a nuestra estancia en tan entrañable tierra. Con mucha pena nos despedimos de todos y en especial de doña Angelita a la que prometimos volver muy pronto. Este viaje ha sido muy especial y esperamos volver a repetirlo, eso si, con mas tiempo, porque queremos disfrutarlo con tranquilidad y sin prisas, tal como se merece un lugar tan acogedor.