Por el condado

El siguiente sábado de junio visitamos la iglesia de Pangua y la ermita de San Formerio, ambas en el condado de Treviño. En Pangua está la iglesia de San Cornelio y San Cipriano, y fueron los famosos Velasco quienes patrocinaron su construcción. Lo primero que ves es una magnífica torre gótica defensiva con sus saeteras, incluso tiene gárgolas y pináculos, algo no usual en una iglesia rural. Tras pasar la portada que conserva restos del primitivo templo románico, contemplas un retablo enmarcado por otros dos retablos que hacen esquina en ambos lados. Las bóvedas están adornadas con claves referentes a la Trinidad y el tetramorfos de los evangelistas. Otra clave representa al obispo San Cipriano de Cartago con el gesto de bendecir, y también hay otra clave dedicada al otro titular del templo, a San Cornelio papa con cruz y libro. Ambos vivieron en el siglo III en plena persecución romana y perecieron en martirio. El retablo romanista es del siglo XVI es pre-barroco y dominan las lineas rectas. Es muy interesante. En el primer cuerpo están los titulares del templo y en el segundo la Asunción rodeada de unos ángeles poco habituales porque están muy crecidos, con unas piernas grandotas sacudiendo el aire y llaman la atención enseguida por ser muy aéreos y vistosos, por eso puse esta foto. La Visitación y la Anunciación acompañan la talla de la Virgen. En las entrecalles hay Santos conocidos y es muy interesante la talla de San Sebastián atado a un árbol junto a una imagen de Jesus crucificado. Abajo vemos los relieves de los cuatro evangelistas y en los extremos aparecen unos atlantes. El sagrario es posterior, de estilo rococó. Pero la joya del conjunto está en el retablo de la derecha, donde se conserva en un relicario la cabeza de San Formerio que sube todos los años a la ermita, que es donde se encuentra el resto de sus huesos, para procesionar ambos restos juntos. Después de apreciar el exterior, subimos a la ermita de San Formerio durante un recorrido cuesta arriba de unos 2 km ya que está a una altura de 756 metros. Las vistas son inmejorables y la ermita está dentro de un recinto medieval fortificado. Dentro está la casa de la Cofradía. El templo actual es del siglo XVII y en la capilla lateral derecha está la otra joya de la zona, el sepulcro de San Formerio protegido por una reja de estilo gótico avanzado con decoración renacentista. El catafalco tiene dos pisos y en el inferior se guardaba una escultura yacente del Santo pero sus fieles devotos la destruyeron poco a poco porque se iban llevando pequeñitos fragmentos de su piedra ya que tenían fama de ser un buen remedio para el dolor de cabeza. En su lugar ahora hay una efigie del santo en azulejos. El cuerpo superior contenia las reliquias del santo enmarcado en unos laterales con tracería gótica, cornisas y arcos conopiales a modo de dosel con motivos vegetales y animales, una extraordinaria y minuciosa escultura que fue vandalizada cuando la invasión francesa. Hoy las reliquias se encuentran a la vista en una arqueta de madera con cristal, solo falta el cráneo que se encuentra en Pangua. El vistoso retablo mayor, es churrigueresco con columnas salomónicas, motivos vegetales y decorado con racimos y frutas y data de 1680. Junto a San Formerio está San Roque y San Antón Abad, protectores de las cosechas. El pequeño retablo se remata con un calvario. En la otra capilla están Santa Lucia y la Inmaculada y un cuadro con la bula dada por el Obispo en el que consigues la indulgencia plenaria durante 40 dias si rezas a San Formerio un Padrenuestro y 3 Avemarias. Hay un interesante cuadro a la derecha del altar con dos antiguos lienzos que formaban parte del retablo de la sacristía. Unos metros alejados de la ermita se encuentran unas tumbas antropomórficas excavadas en la roca con la cabeza orientada hacia la ermita, lo que indica que el lugar debia ser muy importante. El lugar está rodeado de unas vistas maravillosas y un parque donde puedes venir a merendar. Tenemos cerca nuestro un patrimonio impresionante y unos lugares relajantes donde perderte dejando pasar el tiempo simplemente admirando el paisaje. Tendremos que visitarlo más a menudo.
La excursión la acabamos primero en Artaza, comprando sus exquisitas legumbres y luego en la terraza del bar de Ventas de Armentia donde ponen unos mejillones de roca deliciosos. Qué gusto pasearte por nuestros alrededores.
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