La fuerza de las olas

Estos primeros dias del año hemos tenido un fuerte temporal con viento, lluvia y olas en la costa. Como el espectáculo es sobrecogedor nos acercamos a verlo con mucho respeto. El viento soplaba muy fuerte y aunque la altura del paseo y las barandillas reforzadas de este camino que une la playa de la Arena con Cobarón te protegen, no te puedes confiar. Enormes olas inmensas descargaban toneladas de agua en forma de ruidosas cascadas tanto en mar abierto como cuando se estrellaban contra los acantilados. Aunque la temperatura era suave no vimos ningún surfista, señal de que la tormenta también se desarrollaba dentro del poderoso mundo marino. Las olas que rompian en la playa se encontraban con las que volvian frenándose y arrastrando a su vez una desgarradora resaca con mas fuerza que nunca porque las ayudaba que estuviéramos a poco menos de una hora de la pleamar. El panorama de aquel trajín tan vertiginoso en el que veias formarse la cadena de olas rompiendo contra el mar abierto llevando espuma a lo largo de cientos de metros junto la costa era tan absorvente e hipnotizador que no podias dejar de mirarlo. Era un mundo temible y fascinante a la vez, angustioso y relajante, segun como lo mires, pero muy sobrecogedor.
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