Año santo liebanés

Nuestro objetivo principal del viaje era peregrinar a Liebana para conseguir una poca de indulgencia plenaria que falta nos hace. Cuando llegamos alli habia tantisima gente que era muy dificil concentrarte en rezar la oración antes de pasar por esta puerta del perdón porque la gente no paraba de entrar y salir. A duras penas entramos en el interior del templo y nos sentamos porque todo el mundo ya estaba esperando a que saliera la reliquia del lignum crucis mas grande del mundo para venerarlo y de inmediato nos pusimos en la cola para llegar al altar y cumplir con el ritual. Lo hicimos pero todo fue tan deprisa y tan guiado que de repente nos encontramos fuera del templo. Como comenzaba la misa que concelebraba el obispo, ya era imposible volver al asiento por la marabunta de gente que lo ocupaba, asi que decidimos volver a la tarde a la misa de 7. De mientras visitamos Fuente Dé y habia mucha niebla, volvimos a Potes donde comimos un delicioso cocido liebanes con un té de roca del puerto en el restaurante de al lado del rio y de nuevo volvimos a Fuente Dé a probar suerte y pudimos subir en el teleférico aunque arriba habia niebla y no pudimos sacarnos esa foto tan tipica con los Picos de Europa al fondo. Por poco perdemos la vuelta del último teleferico y subimos de nuevo a Liebana para ir a misa. Llegamos a la consagración pues por lo visto habia comenzado antes de tiempo, pero pudimos comulgar y ya nos quedamos tranquilos y con las palabras del cura en el pensamiento: no os fijeis solo en la madera de a cruz sino en el simbolo de que hubo un Hombre que murió en ella por nosotros.... emocionante.

Qué afluencia de gente tenia Liebana y eso que todavia hasta abril de 2018 no acaba el año santo allí. Ahora nos queda el año santo en Caravaca de la Cruz, Murcia, qué casualidad que tambien haya caido en este año 2017.