Bus reciclado

Los buses en Guatemala eran antiguos buses escolares de USA reciclados y customizados. Todavia se podia leer en relieve y tapada por la pintura, la escuela americana donde hicieron su servicio. Esos buses por fuera eran un arbol de navidad: pintados de varios colores; los focos, el capó y cualquier otro lugar que se prestara llevaba luces de led de colores chillones, banners con frases religiosas en el lugar del destino de la luna delantera; adornos metálicos y unas bocinas que pegaban sustos cuando sonaban y les encantaba hacerlo de continuo. Figura importante era el vocero que colgado por una mano de la puerta delantera y con la otra manejando el móvil iba anunciando el destino a grito pelado a medida que se iba aproximando a las paradas. Por dentro los asientos eran corridos de dos plazas, incómodos y viejos, llenos de pintadas con una escasa suspensión que pudimos sufrir en uno que nos llevó al mercado de ganado de San Francisco el Alto, junto a Chichicastenango que circulaba a toda velocidad y por las carreteras tan poco asfaltabas ibas todo el rato pegando botes, qué mareo. En la vaca tenian una parrilla enorme donde se albergaba todo tipo de mercancias, animales incluidos. Los tubos de escape soltaban un humo asfixiante y se notaba y olia en el ambiente donde la contaminación resultaba ser muy fuerte, sobre todo en la capital. Los recordamos con mucho cariño, asi como los tuc-tucs, las furgonetas transportando gente de pie que podia dejarse la cabeza contra los arbustos de las curvadas y empinadas carreteras y los coches averiados declarados siniestros totales por accidentes con la carroceria destrozada y que los traian para arreglarlos y darles una segunda oportunidad. Por la carretera las tiendas de recauchutados eran abundantes y algun otro anuncio muy sexy te animaba a cambiar las parcheadas cubiertas por otras nuevas. Casi todos los coches particulares llevaban todas sus lunas oscuras y se hacia imposible ver a sus ocupantes. Nuestros minibuses turisticos, modernos y acondicionados, llamaban demasiado la atención.