En lo mas alto

Este fin de semana estuvimos en la zona de Potes porque queríamos ir al monasterio de Santo Toribio de Liébana pues estamos en el año santo liebanés y pasar por debajo de la puerta del perdón es muy interesante para lograr el montonazo de pecados que vamos acumulando diariamente. En el viaje hasta allí gozamos de un paisaje espectacular. Empezamos bajando a Cantabria por el Puerto de Estacas via Vega de Pas para empalmar con el puerto del Escudo. Como íbamos con tiempo, llegamos a comer a Suances, donde hace años fuimos en un par de ocasiones a su feria del marisco, allá por mayo y tiene una playa tranquila que se pasea de maravilla. Comimos unos mejillones y unos chipirones a la plancha en una terracita y con pena pusimos camino a nuestro destino por el estrecho desfiladero de la Hermida llegando a Potes. Allí cogimos una desviación hacia la Vega y tras 19 kilometros de subida llenos de curvas de herradura  y pasar 2 túneles excavados a cincel en la roca que desde 1948 procuraron la mejora des comunicaciones con esta alejada zona, llegamos a nuestro destino: Cucayos, un barrio de Dobres. El lugar es espectacular, con unas paredes de piedra en vertical de vértigo,  unos prados verdes con mucho ganado y un arbolado donde el otoño les regalaba sus mejores colores. Tuvimos la suerte de tenerlas como vistas desde nuestra habitación, un hotelito rural muy acogedor decorado con mucho gusto y regentado por 2 simpáticas hermanas que además de majas son unas cocineras excelentes. Anduvimos por el pueblito colgado en la montaña, con casitas de piedra muy cuidadas hablando con el pastor mientras daba de comer a sus vacas y nos explicó muchas cosas de su vida allá arriba, donde la carretera se acaba y solo quedan unas montañas de ensueño y un cielo infinito.