Con mis queridas amigas

Ese domingo de Ramos que hacia un tiempo espléndido, quedamos para pasar el dia y pasearnos con mis amigas de Lastras a las que quiero muchisimo y me consta con toda seguridad que el cariño es mutuo. Nos encontramos al estilo quinceañero en el anden del metro de Sarriko camino de Areeta para pasearnos por la costa. Hacia muchisimo tiempo que no andaba por allí. Sí que lo habia visto desde la otra margen, pero no sabia lo bien que habia quedado el paseo y el terreno al mar que han sabido aprovechar para crear una zona deportiva y se ocio. Me pareció todo mucho mas bonito de lo que recordaba. Las mansiones palaciegas lucian muy esplendorosas y el mar en marea baja, tan limpio y destellando rayos azules te hipnotizaba. LLegamos hasta el puerto viejo de Algorta y de allí dimos la vuelta para tomarnos un rico aperitivo de sabrosas rabas y de nuevo a pasear disfrutando del sol hasta llegar para la comida a la zona el puerto deportivo con sus yates y palmeras, llena de restaurantes y de gente aprovechando el dia tan bueno que hacia. Tras tomarnos una supergilda a la sombra de una sombrilla, fuimos  comer donde Mandanga, que tiene un restaurante espectacular en esa zona. Fué como volver a los buenos tiempos del pasado donde les veias asar sardinas en el puerto y los ricos chicharros con ese sabor a brasa que los hace sabrosisimos. Por eso me hizo mucha ilusión comerme este pescado que estaba insuperable, además de unas anchoas frescas al ajillo y unos mejillones en salsa verde. No pude con el postre y me daban envidia mis amigas comiendose unas torrijas. Despues de la comida poco a poco volvimos y nos despedimos en el puente colgante. Lo pasamos de maravilla contandonos nuestras cosas y viendo que tengo en ellas un gran tesoro de amistad. Un besazo para las super cariñosas Elo, Cloti, Elena y sus maridos, Luismari, Jaime y el fuera de serie Antonio, el mas apuesto de todos.