La ilusion para 2016

Esta cosita que apunto en la foto es la causa de la ilusión mas grande que vamos a tener para 2016, siempre poniendo en primer plano a los deseos de buena salud, claro. El conseguirla ha sido un proceso muyyyyyyy largo y por eso hasta que no nos veamos allí no vamos a poder relajarnos a gusto. Todo comenzó en 2011. Un dia de este año, Pedro se levanta y se le ocurre proponerme comprar a medias un piso en el que podamos vivir con holgada comodidad, ya que al final se nos ponia cada vez mas cuesta arriba pasarnos medio año en cada apartamento y terminamos por vivir en mi casita por la pereza que nos daba cargar con la tele y la nevera a cuestas cada 6 meses. En ese año el ficticio boom inmobiliario todavia era un espejismo que seguiamos aceptando y en el que viviamos asumiendo que la burbuja subiría y subiría sin parar, asi que nos animamos y pagamos la reserva de un piso que iban a comenzar a construir cuando hubiera suficientes compradores como para empezar a financiar la obra. Los meses pasaban y aquello no arrancaba. Las noticias que se oian tras las recientes elecciones generales empezaron a poner la cosa muy mal y demostrar que estábamos viviendo sobre terrenos resbaladizos que podian llevarnos a la quiebra mas absoluta, asi que de repente todo empezó a contraerse y a finales de 2012 nos comunicaron que la promoción se suspendia sine die. Nos devolvieron el dinero y nos quedamos a verlas venir. Tristes pero aliviados de no haber dejado nuestros ahorros en un agujero lleno de lodo y cemento armado. Pasaron los años y a finales de 2014 nos llamaron con buenas noticias: la promoción se renovaba en condiciones mas ventajosas y con los mismos planos comenzaban a construir en 2015. Además tuvimos la suerte de poder escoger un piso mas a nuestro gusto y asi hemos estado desde enero con el alma en vilo paseándonos todos los meses por la parcela observando cómo poco a poco se iba alzando el objeto de nuestros sueños. Todavia faltan unos meses para poder empezar a disfrutarlo, allá por octubre de 2016, pero nosotros seguiremos haciendo de vigías sin descanso comprobando desde fuera que la casita evoluciona y va tomando la forma que tiene en el proyecto. Estamos tan felices de la decisión tomada que cada vez que vemos nuestra futura chabolita nos da un gustito por dentro del cuerpo que nos pone alas y nos hace levitar, nos entra la risa y nos abrazamos y nos besamos como los periquitos tan contentos. Ah!!!! y encima para poder pagarlo he tenido la suerte de vender mi apartamento al chico mas guapo y saleroso de todo Vitoria, que le ha gustado tanto que se lo dejo hasta con el palomitón y la olla a presión dentro...y todo gracias a la ayuda de Santa Teresa, de la que soy su fan incondicional ya que ella fué la que guió a Roberto hasta mi casa e hizo posible el milagro de la venta.
0 comentarios