Luna llena en Navidad

Es la Fria Luna Llena la que he vivido en Nochebuena, enorme, blanca y preciosa, pero de fria nada de nada, ha sido muy cálida y acogedora al calor de quienes me quieren y se preocupan por mi. Desde 1977 no habia tenido lugar y parece que hasta 2034 no la volveremos a ver tan bien posicionada. Dejando de lado el aspecto cientificamente astronómico, esta luna ha venido a brillar tras dejar de lado los vaivenes de todo este año 2015 que ha ido de mucho cambio y de los que me ha sacado de mi zona de confort una, otra y otra vez, pero al final hay que decir que a mejor. Este acontecimiento lunar me ha hecho recordar lo que le cambió la vida por las mismas fechas del año de 1977, el de la otra Fria luna llena de Navidad, a aquella niña de 19 años a la que la vida le sacó de golpe de su divertido diseño de proyecto adolecente para exponerla muy asustada al lado oculto de esa misma luna que era el precio por el que tenian que pagar las transgresoras de la moral de aquella época para no ser expulsadas de aquel hipocrita mundo de entonces, un tiempo en el que te doblegaban y culpabilizaban hasta que llegabas a ceder y dejarte atrapar por un penoso inframundo al que llegabas empujada a toda velocidad por un negro tobogán cuesta abajo desembarcando en un oscuro e inhospito infierno en el que el aire era dificil de respirar por su rancia humedad y la severidad daba alergia y escocía comiendo a zarpazos el único bien que poseias como salvavidas: la energia surgida de tus ideales y de la esperanza de un mundo mejor. Aun asi y creyendo que, para combatir la responsabilidad que acababa de aceptar, la ilusión y el optimismo era lo mejor y que la fuerza de sus 20 años le iba a dar empuje para poder aguantar todos los juicios que se le venían encima, la batalla fué cruel y acabó con ella, desgastándola, mermandola y dejando en la espinosa alambrada que le desplegaron el poco plumón que le quedaba. Anulada, sola y abatida en las garras de sus vencedores, pasaron muchas lunas, pero no de Navidad y llegó por fin la luna del cambio en la que las tinieblas dieron paso a una luz mas tenue y reconfortante y por fin pudo escapar de la zozobra de los duros vientos helados que durante años se arremolinaron a su alrededor con sus poco halagüeñas expectativas que la terminaron asfixiando y desposeyendo de todo, incluso de si misma. Cuando al fin pudo remontar, la querra no habia cesado, sino que soplos de venganza la agudizaron y hubo que volver a combatir pero esta vez ella ya no estaba sola, habia recuperado sus fuerzas y las batallas como focos incendiarios dejaron de perderse porque no volvió a dejarse vencer nunca mas. La guerra continua, no tendrá fin porque sus siniestros protagonistas viven y son del lado oscuro de esa fria luna y dudo que a estas alturas vayan a ver jamás la luz....asi que le pido a esta Luna de Navidad que su fuerza me acompañe y me de valor para seguir luchando hasta el final iluminandolo todo y descubriendo la verdad. Estoy segura de que este tiempo algun dia llegará y también de que diré victoriosa... grande fué la ofensa mas grande fue el perdón.
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