Tortuguero

He vuelto a Tortuguero 9 años después y el buen recuerdo que tenia de aquella vez ha sido superado con creces. Todo lo que hemos visto, esos sonidos salvajes que afloran a tu alrededor, ese olor a tierra fertil son tan desbordantes y exagerados que te encuentras absorbido por completo rodeado de un calor especial realzado por los colores vivos e increibles que te regala esa naturaleza tan emocionante, donde los sentidos se revolucionan al sentir una belleza de una armonia absoluta. Tuvimos la suerte de ir en temporada seca y de disfrutar a tope lo que nos ofrecieron los momentos que allí estuvimos aprovechandolos a tope y navegando en un agua densa como un jarabe recargada de vegetales, observando aves de colores increibles, tucanes de largos picos coloridos, reptiles como caimanes y cocodrilos, elegantes garzas y familias de monos cariblanca, aulladores y perezosos, como los aulladores que nos despertaban con el amanecer y tambien los mosquitos que picaban a rabiar en el anochecer y que nos acribillaban en la piscina con forma de tortuga y chorros de agua en la que relajabamos el cansancio del dia. Allí celebramos mi cumpleaños, me sorprendieron con una enorme tarta con su candela y nos tomamos la botellita de Moet que llevamos de casa. Paseamos por la selva a la sombra de arboles inmensos, recorrimos sus canales, lagunas y rios observando una naturaleza jurásica con bosques de mas de 90 metros de altura, nos atrevimos a hacer tirolinas volando sobre los árboles y los desayunos de gallopinto nos supieron riquisimos. No vimos las tortugas porque no es época pero en sus playas se dan las "arribadas" de 4 de las 6 especies mas protegidas en el mundo en el momento en el que la luna se oculta. Salimos de Costa Rica camino de puerto Limon, donde vimos de cerca la isla de la Uvita donde llegó Colon en su 4º viaje y seguimos viaje quedandonos una noche en la sinuosa y serpenteante playa Chiquita, arenas paradisiacas de Puerto Viejo, alojados en un lodge de ensueño dentro de la selva lleno de arboles centenarios, olor a tierra humeda, hamacas inmensas durmiendo en una cabaña con un curioso baño subterraneo decorado con mosaicos indigenas. Solo fueron 4 dias los que estuvimos en el territorio de Costa Rica, pero nos dejaron un recuerdo imborrable.
0 comentarios