Un momento cambiante

El otro dia leí que de manera inevitable este mundo está cambiando y que estamos acabando un ciclo e iniciando otro que afecta a todo el planeta. Que este proceso de muerte y por otro lado, de renacimiento, donde lo viejo se resiste a morir mientras que lo nuevo lucha por nacer, tiene mucho que ver en estos tiempos tan confusos que estamos viviendo. Por lo visto no tiene marcha atrás y debemos acoplarnos al nuevo cambio y esto nos cuesta pues nos obliga a abandonar la seguridad del espacio conocido y afrontar una nueva experiencia que será dolorosa pero que lleva segura la recompensa del acceso a un nuevo mundo y una nueva vida. Por ello este nuevo período requiere nuestra generosidad y entrega al proceso de cambio que está en marcha, a pesar de las dificultades que pueda comportar y si somos generadores de una mayor conciencia en nuestro entorno y nos esforzamos por desarrollar sentimientos y pensamientos positivos, estaremos contribuyendo a una transición necesaria en el mundo que probablemente va mucho más allá de lo que somos capaces de comprender ahora. Quizás en estos momentos, más que nunca, sea aconsejable recordar que estamos de paso en la Tierra, y también que los maestros espirituales de todos los tiempos insisten en que sólo tenemos el ahora, tal y como sugiere este inspirador proverbio sánscrito:
Cuida de este día, pues es la vida, la mismísima vida de la Vida.
En su breve transcurso yacen todas las verdades y realidades de nuestra existencia: la bendición del ser, la gloria de la acción, el esplendor de la belleza. Pues ayer es un sueño y mañana tan sólo una visión. Pero el hoy bien vivido hace de cada ayer un sueño de dicha y de cada mañana una visión de esperanza.
Cuida pues de este día. Tal es el saludo de la aurora.
El cielo de la foto es el que habrá en diciembre de 2012, una fecha crucial en este proceso de cambio.
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