Conocimos al doncel

En una escapada de solo 3 dias hemos cumplido el deseo que nos quedó pendiente de nuestro viaje a Guadalajara el año pasado: conocer al doncel de la Catedral de Santa Maria de Sigüenza alojándonos en el castillo del siglo XII que fue residencia de los obispos de Sigüenza hasta el siglo XIX y que fue fortaleza musulmana desde comienzos del siglo VIII. Vivir unos dias en un lugar con tanta historia asomada a la ventana de una pared de piedra seguida de un terraplén debajo, con sus torres fortificadas en los ángulos y vistas inmensas a lo lejos tiene su trascendencia y facilita transportarte a un convulso pasado plagado de luchas por la supervivencia. El pueblo es muy bonito, su catedral es impresionantemente grande y llena de riquezas de todo tipo y la estatua funeraria del doncel, que murió en la guerra de Granada a finales del siglo XV, tiene un atractivo hipnotizante con sus ojos abiertos leyendo en postura relajada y resulta romántica y sutil, una maravilla. Al salir de la catedral, visitamos el museo diocesano repleto de esculturas y valiosas obras de arte procedentes de aldeas despobladas de la provincia o en riesgo de ser perdidas o robadas, a descatar los fragmentos de tela persa del relicario de Santa Librada, patrona de la ciudad que tiene su propio retablo plateresco dentro de la Catedral.
A la vuelta visitamos la ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga, famosa por sus pinturas y la columna en forma de palmera; el colosal castillo de Berlanga y la Catedral de la Asunción de Burgo de Osma. Con todo este peregrinaje lleno de arte e historia castellana ya hemos hecho la visita a nuestra particular exposición de "Edades del Hombre", ya que para este año no se ha previsto su celebración oficial.
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