Por mar hacia Tossa

Este dia de San Prudencio cogimos el barco en la playa de Lloret para llegar hasta Tossa del Mar después de parar en la playa de Fenals y luego en una pequeña cala para ver el fondo del mar debido a que el barco tiene una zona de suelo acristalado y puedes ver el fondo marino. El espectáculo de los farallones y acantilados durante todo el recorrido fue muy bonito. Llegamos a Tossa y enseguida ves toda la zona amurallada con las torres defensivas y el castillo en cuesta que es la postal de este pueblo. Nos metimos entre las callejas y salimos a la pequeña cala presidida por otra de las torres vigías. Subimos hasta un mirador arriba del acantilado. Luego al bajar nos metimos por una mini puerta de la muralla que da a la plaza resguardada dentro del caso medieval y por otra empinadisima cuesta subimos hasta el faro donde una refrescante cerveza nos hizo recuperar fuerzas. Hacía calor pero lo aliviaba la fresca brisa que corría de vez en cuando. Poco antes de llegar al bar tropezamos con el mirador de Abraham, un indiano “fracasado” que no logró hacer fortuna en Cuba y al volver a su pueblo construyó ese mirador para recordar las añoradas aguas del Atlántico y sobre todo, que lo importante al final no es ganar, sino el esfuerzo que has hecho al emprender cualquier proyecto. De allí bajamos por la serpenteante senda que rodea la muralla del siglo XII-XIV de 300 metros declarada Monumento histórico nacional para protegerse de la piratería y que te lleva hasta la misma arena de la playa. Saludamos a la escultural Ava Gardner que se enamoró de Tossa en 1950 cuando rodó la película Pandora y el holandés errante, y también del torero Mario Cabré con el que mantuvo un apasionado romance estando ella comprometida con Frank Sinatra lo que causó un revuelo enorme en la época. Fuimos a comer a Can Fabrelles un arroz a la cazuela regado con uno de sus mejores vinos, un Xarol Lo ecológico blanco, muy rico. Luego tras reposar en la playa Mar Menuda cercana a la playa principal de Lloret prometimos que en otra ocasión nos alojaremos en Tossa y haremos el famoso recorrido de las 365 curvas bordeando sus acantilados hasta llegar a San Feliu de Guixols. Por la noche, recomendados por Javi, un compañero de trabajo, cenamos en La Campana su famoso pollo con cava. El lugar es una sorpresa por su decoración de maderas antiguas y cuadros de temática de aves y resulta muy chic. Un cantante con voz de Nino Bravo nos amenizó muy agradablemente la cena. Nos gustó mucho el lugar y su dueña nos hizo sentir muy a gusto.
0 comentarios