Minas de Almaden

La visita a las minas de Almadén, a poco más de 100 km de la capital, nos causó mucha sorpresa por el enclave donde se encuentran y por saber que aqui se encuentra el yacimiento mas grande de mercurio que estas minas produjeron durante más de 2.000 años de forma ininterrumpida. Parece que su origen se remonta a la epoca fenicia o cartaginesa, al siglo IV antes de Cristo. Para los romanos fué el principal centro de producción de bermellón: cinabrio de gran riqueza con el que se pintaban muchos objetos de lujo. Plinio también habla de ellas. En epoca musulmana el azogue fuera utilizado en medicina y como amalgama del oro y de la plata. Con la reconquista cristiana las minas fueron donadas a la Orden de Calatrava que las arrendó. En época de Carlos V, la mina pasó a poder real para subvencionar los gastos lujosos de esa corte y la mina fue arrendada a los prestamistas Fuger, los Fúcares, durante unos 120 años para pagar el préstamo que hicieron para pagar los cuantiosos gastos que ocasionó la coronación de Carlos V como emperador. En aquella época también, el mercurio tuvo mucha importancia para extraer la plata y el oro en las minas del nuevo mundo. En el siglo XX se trató de modernizarla y la produccion aumentó durante la guerra civil para la industria armamentistica pues el cinabrio se utilizaba como fulminante en las armas. Allí destinaban a presos politicos para los trabajos forzosos de la mina y de esta forma tuvo lugar la producción mayor de su historia. A partir de los años 70 empezó a bajar la produccion pues el mercurio fue considerado contaminante. La explotación de la mina cesó definitivamente en 2003. Por la tarde visitamos el Hospital de los Mineros de San Rafael ya que el mercurio provocaba su propia enfermedad y allí se trataban las intoxicaciones y el mal del azogue que causaba problemas neurologicos. Para curarles utilizaban saunas y playa, como llamaban ellos, con el fin de liberar sudando los efectos del mercurio.
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