Con nuestra Virgen Blanca

A pesar de la pandemia y todos los inconvenientes que nos han impedido disfrutar de las fiestas en honor a Ella, ayer 5 de agosto de un año muy complicado, la Virgen lucía espectacular en su resplandeciente capilla llena de flores. No tantas como otros años y con menos gente en misa que nunca, pero estoy segura de que todo Vitoria la llevaban muy adentro en sus pensamientos. Cómo no íbamos a ir a visitarla con todos los encargos que teniamos de la familia para saludarla y así ha sido, por ello, para nuestra familia y para nosotros la hemos agradecido que nos haya prodigado sus maternales cuidados y también la hemos pedido con mucho fervor que nos proteja y nos de salud para que el próximo año podamos volver a verla allí mismo con toda su belleza y libres de todo mal.
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