Comenzamos los cumpleaños del año

Este mes de enero ha sido un mes tranquilo afortunadamente, solo gripes leves y resfriados fuertes nos han dejado aparcados en casa. Como estoy muy ocupada pues los martes y jueves meto muchas horas con mis clases de lengua de signos y no aparezco en casa hasta la hora de la cena, se me pasa la semana volando y es lo que yo deseo, que se pase el año sin enterarme para que llegue el dia en el que ya no tenga que ir mas a trabajar y pueda aprovechar todo este tiempo libre que me ocupa el trabajo. De mientras intento sobrellevarlo de la mejor forma posible intentando aprovechar el poco tiempo libre que me queda. Asi de esta forma ya hemos llegado a febrero y tras recibir la bendición de San Blas y disfrutar de una cena romantica para nosotros solos, hemos celebrado el primer cumpleaños del año, el de Pedro que acaba de entrar en el club de los sesentañeros y está mas guapo que nunca. Le han felicitado de todos los sitios, con especial recuerdo de nuestra querida Begoña desde Burgos, la prima desde Castro, Begoñita desde Lanzarote, y el resto de los alrededores y de quienes tenemos mas cercanos.... el caso es que el telefono no paraba de sonar. El mismo dia 9, sábado, lo celebramos con su familia, incluida la presentación oficial de la novia del sobrino pequeño, que por cierto es majisima. La merendola fue en casa, calentitos, con buen vino y cosas ricas, todo lo que les pusimos les supo a gloria. Llegamos a lo mejor, al esperado final, a la tarta-corazón de fresas cantada con los mejores deseos para el cumpleañero. El pastel nos salió buenisimo, con su nata y sus frutos rojos. No quedó nada. Aligerado con bastantes sorbitos de champán fresco se comia de maravilla y aunque nos dejó la garganta tocada, mereció la pena porque estaba delicioso....Habrá que esperar a abril para el siguiente cumpleaños... el mio, claro.