Visitando bodega

Este año hemos andado muy ocupadas las del grupo Viajeras y todavia no habiamos organizado una visita bodegera. Asi que Patricia se puso seria y llamó a capítulo a Eva y a nosotros para este sábado 19 de noviembre. La cita era en la bodega El Fabulista en pleno corazón de la villa de Laguardia y haciendo honor al tan insigne fabulista Samaniego, las etiquetas de sus vinos llevan el dibujo y el texto de sus más famosas obras. El lugar es muy curioso y los calados son antiguos, profundos, estrechos y alargados, porque están trazados siguiendo las lindes de las viviendas. De la explicación de la bodega y el proceso de elaboración de sus vinos, lo que mas me ha gustado es saber que en los años 60 del siglo pasado cuando todavía no existia esta moda de visitar bodegas, esos subterraneos eran el escenario de los guateques de sus padres y los jóvenes del pueblo. Nos han dado una cata de dos vinos de año de los que nos hemos traido una cajita de botellas a casa. La verdad es que ya se está poniendo demasiado caro visitar bodegas para lo poco que te dan a cambio teniendo que formar parte de un grupo de mas de 50 personas como hemos estado. Como no nos han dado nada para picar, con ganas de comer algo hemos llegado a Logroño y nos ha sentado de maravilla el pincho de champiñones a la plancha del Saturio de la calle Laurel y en la calle San Juan, en el Torres, los minibocadillos de calamares y unas hamburguesitas de Kobe o buey Waygu, todo buenisimo. La comida ha sido en el Catedral, un moderno local con frases como: podeis ir en paz, otra en la etiqueta del vino: bebed todos de él, las ensaladas se llaman bendiciones y los postres: amén y el menú ha estado interesante. Después del café y antes de terminar la excursión, hemos visitado el Berri Ona para leer y comentar el evangelio de este domingo. Ha sido un dia completo y muy interesante.
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