Con Arantza

Por fin subió Arantza a Vitoria. Hasta ahora debido a que tenia que estar atendiendo a su madre la habiamos ido a visitar a Otxandio pero en julio nos dejó y Arantza ahora está mas libre para poder moverse y cambiar un poco de paisaje, asi que la convencimos para que subiera a casa en un dia de mercado medieval, entre escenarios de fakires, cuenta-cuentos, zocos árabes, caballeros, damas y toda la jerarquia social medievalesca representada con sus coloridas vestiduras, preciosas aves de cetrerías, buhos, lechuzas y puestos artesanos entre palacios renacentistas y calles engalanadas plagadas de hierbas medicinales, bisuterias doradas, pócimas y olores de inciensos, asi como cantidad de puestos con comidas y otros muchos sabores de siempre y venidos de siglos atrás, por lo que asi de entretenidos pasamos la mañana paseándonos y tomandonos un vermut al sol de un bonito mediodia otoñal. Luego una deliciosa y nada medieval comida en el vanguardista OhTapas, dio paso a una sobremesa en casa con café y dulces vitorianos y bilbainos que nos trajo Arantza. Pasamos una tarde muy entretenida charlando de todo, riéndonos y poniendonos al dia de nuestras vidas y así llegó la hora de acompañarla al autobus prometiéndola que pronto bajariamos a verla y a visitar con ella el Casco Antiguo bilbaino.
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