Y llegó por fin la nieve

Empezó con suavidad y terminó instalándose por mas de dos semanas ya que unas cubrientes y resbaladizas heladas le ayudaron a perdurar dias y dias pasando de un homogeneo blanco manto los primeros dias a acumulaciones desperdigadas de grandes y altos montones necesarios para dejar pasar la vida en las calles. De mientras durante este tiempo han ocurrido mas cosas. Como no pude bajar al funeral por el temporal de nieve y porque estaba literalmente sin voz, con una dolorosa conjuntivitis que apenas me dejaba ver y un dolor de garganta debido al virus que anda pululando por ahi, bajé a la misa de salida del funeral por mi tio Victor, hermano mayor de mi madre, y allí el viento polar helado nos acuchillaba la cara y toda la piel expuesta al aire volviendo a revivir esa sensación  de pies helados que produce el frio en la costa. Unos dias de baja laboral me han hecho recuperar el calor necesario para poder seguir adelante. Todo este tiempo que ha ocupado la nieve nuestras calles y parques ha hecho que el deshielo se sucediera de manera progresiva evitando inundar los bajos de la ciudad con torrentes desbocados de agua que confundida no hubiera sabido qué camino tomar. Mi querido y visitado parque de Olarizu ha acogido mucha nieve derretida en su improvisadas balsas y el tiempo al final se ha vuelto benigno y templado gracias a una benefica lluvia que nos ha dado la humedad que necesitaban nuestros pulmones ya cansados de respirar tanto aire seco y frio. Es probable que volvamos a ver alguna que otra torment de nieve aunque ya no con la virulencia con la que éste nos ha azotado.