El cabo San Vicente

Dentro de la belleza del Algarve hay que hacer mencion especial al lugar donde se ubica la barbilla de la península, el cabo San Vicente que permite disfrutar de la puesta de sol mas bonita que hayamos visto nunca. Mas de 50 km de lejania seguidos hasta donde se apreciaba la curvatura de la tierra nos iban a proporcionar un espectaculo único, presenciado por miles de personas diariamente y de lo mas romántico que hemos sentido jamás. Un sobrecogedor y deslumbrante sol blanco se iba fundiendo como un metal liquido pasando del dorado al rojo lentamente hasta hacerse desaparecer, con nuestro aliento contenido, hundiéndose después en el mar y explotando a continuación una sonora y poderosa aclamacion de gusto todos los allí presentes, que aplaudimos a rabiar. Vimos muchos besos y abrazos emocionados y nos unimos a ellos porque allí todo era mágico y supimos que eso que sucede todos los atardeceres del año se traspasa a los corazones sonrientes sintiendo una plenitud sobrecogedora, un agradecimiento y un llenazo de alegria inmensa y sales de alli como si tuvieras alas en los pies. Su faro, uno de los mas avanzados técnicamente del mundo, enseguida comenzó a vibrar y darnos la bienvenida con sus ondas luminosas y las olas que rompian con fuerza contra sus acantilados al mismo ritmo que el tremendo viento que soplaba cada vez mas fuerte, nos despidieron de un lugar imposible de olvidar.
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