Emocionante sorpresa

El domingo de ramos bajamos con nuestra mona de pascua en la mano a casa de la primi a comer. Cuál no sería nuestra sorpresa cuando quien nos abrió la puerta fué el mismísimo Javi en persona, guapisimo, encantador, espectacular. A mi se me caia la bolsa con la gallina de chocolate dentro del tembleque que me entró, me costó tiempo volver a la realidad y abrazarle, no fué una aparición, era él pero no nos lo podíamos creer porque todo lo que rodeaba ese momento era demasiado bueno. El chaval tenía unos dias libres entre proyecto y proyecto y sin pensarlo dos veces cogió el avión, cruzó el Atlántico y apareció en casa de su madre el jueves, dos dias antes de vernos. Fué una comida deliciosa, nos contó muchas cosas de Panamá y sus costumbres, de su trabajo, de cómo se organiza la vida y lo contentisimo que está de haber tomado la decisión de haber ido allí y encontrar el trabajo que le gusta, su verdadero camino. Ha conseguido en tiempo record la residencia definitiva, tiene un contrato de trabajo fijo, le gusta lo que hace y lo que le rodea porque desempeña la profesión que él quería, vive en su casita la mar de contento, y además si añadimos que ha tenido una muy buena acogida y se siente valorado profesionalmente y querido por la gente de este pais, no ha podido irle mejor en todos los sentidos. Qué pena que no haya mas jóvenes tan valientes como él, que luchan por lo que desean, que por si mismos sin ayuda de nadie consiguen encontrar su lugar en el mundo laboral y en la sociedad. Javi siempre ha sido un caso ejemplar de chaval responsable, constante y con unos valores y principios de los que hoy no abundan y esa forma de ser que tiene le abrirá siempre todas las puertas que él quiera. El viernes nos visitaron en Vitoria y camino de casa nos fuimos paseando disfrutando del dia soleado recorriendo sus lugares mas entrañables llenos de gente y también de mucho turista.