Blogia
Innnspiracionessss.....

Bodega del S.XXI

Bodega del S.XXI

Este sábado estuvimos con Patricia, y la neófita recien llegada a estas lides, nuestra amiga Eva la donostiarra, en la bodega Pagos de Leza. Acostumbrados a ver bodegas con bastantes años de vida que todavía sobreviven con mucho éxito afortunadamente, nos encontramos esta vez con una bodega totalmente nueva, sin antiguos calados ni cementerios, construida solo hace año y medio y con un estilo peculiar, muy fresco, diferente a todo lo que hemos visto. Siempre decimos lo mismo, una bodega no se parece en nada a la bodega anterior y esta vez la diferencia era abismal. Esta edificación de diseño tan vanguardista alberga en tres alturas las diferentes fases del proceso de producción y venta en salas preparadas con toda la tecnología disponible hoy en dia. Tanques de 25.000 litros de aluminio en suelos impecables, barricas de roble apiladas en perfecta alineación en unas salas decoradas con cuadros y grandes inscripciones en la pared de color marron iluminadas con luces indirectas, hacían el lugar muy acogedor. Una pasarela llevaba a la apartada zona del club de socios La Cepa preparada en estilo supermoderno con comedor, salon con vistas a la sala de barricas y una cocina completamente equipada; de ahí bajabas a la colección familiar en la que apenas había un cementerio de botellas antiguas y el resto de las botellas eran de la coleccion propia y de autor, Angel y Santamaria, y luego un ascensor te subía a la zona de entrada decorada con un estilo, muebles y lámparas de diseño ultramoderno. Al fondo estaba la barra de degustaciones blanca, redonda, acogedora para quienes nos gusta degustar y desde allí las vistas a la sierra de Cantabria que la pillamos nevada ese dia, eran espectaculares. Nada mas llegar tuvieron el detalle de ofrecernos uno de sus vinos con un pequeño picoteo mientras esperábamos a la guia y la chica que nos atendió muy amablemente, nos explicó cosas de por allí de mucho interés. Después de la visita, con una guia muy simpática y entendida, degustamos el resto de los vinos de la bodega, muy buenos por cierto, sobre todo los blancos. Mas tarde, con el vino en la mano y bastante entonados, nos llevaron al otro extremo de la sala, donde presenciamos una animada clase de cocina que un cocinero de verdad estaba impartiendo a otro grupo pues es una de las actividades programadas que ofrece esta bodega, así como visitas teatralizadas, degustaciones con maridajes y hasta pasarelas de moda, todo un concepto nuevo de sentir y vivir la cultura del vino integrándola en la vida actual. Por supuesto que volvimos a casa con nuestra cajita de vino, esta vez fué uno de sus vinos blancos de autor. Tras la visita, llevamos a Eva y a Patricia a Labastida para comer el menu de la tierra: patatas a la riojana y chuletillas al sarmiento, y estamos seguros de que no será la última vez que Eva venga de su costa donostiarra para pasearse por esta zona bodeguera pues estamos seguros que la experiencia le gustó mucho y todo lo que presenció le causó una agradable sensación. Esto es lo que tiene ir a una bodega, que engancha, porque Patricia y nosotros ya estamos mas que enganchados a estas cosas y y ya estamos pensando en volver a visitar otra diferente porque queremos conocerlas y saber por qué se han creado, indagar en su historia, saber qué albergan dentro, llenarnos de ese peculiar olor de sus salas, escuchar la nueva versión del proceso y sobre todo-sobre todo degustar sus cosecha, algo que nos encanta y te hace salir de allí muy relajada y sonriente, un inmejorable regalo para todos los sentidos.

0 comentarios