Halloween en nuestra casa

Ayer, tarde lluviosa y desapacible como buena tarde de Halloween, mientras cocinabamos la cena llena de manjares resecos y correosos como son los dedos de bruja, las lápidas de calabacin rebozado, los fantasmas rellenos de morcilla, unos murcielagos de lomo al vitello tonato, una indigesta tortilla con cucarachas y un empalagoso postre de flanes de calaveras y calabazas amenazantes, no paraban de llamar el timbre toda la chavaleria que tenemos en la comunidad en busca de su truco o trato. Espeluznantemente vestidos de monstruos, zoombies y muertos vivientes echaban mano a la velocidad de a luz a los chuches que contenia la calabaza y a continuación, satisfechos los monstruitos y prometiendonos que lo que se llevaban lo iban a compartir, nos dejaban tranquilos hasta la siguiente hornada de vampiros que volvian a atacar llamando  al timbre, volando a por su suministro, y asi una y otra vez hasta que se cansaron de invadirnos, me figuro que hartos y empachados de tanto dulce envenenado de hechizos de brujas. Menos mal que nos dejaron tres tristres golosinas y este futuro recuerdo inolvidable.