Bendicion de la casa

Nuestra casa ya ha sido bendecida. Nuestro querido amigo Jesus, un cura fenomenal, cercano, gran conversador, que sabe todo de religión y la explica de maravilla y que además es el inspirador del vanguardista proyecto Berri Ona en el que nos ilustra sobre la lectura de los evangelios los sábados, nos regaló con su presencia una jornada inolvidable este viernes dia 27 de octubre bendiciéndonos la casa y a quienes habitamos en ella y nos hizo pasar un rato inolvidable. Fué una ceremonia muy emocionante. Nos acompañaron Lourdes y Patricia y todos juntos vivimos unos momentos de gran satisfacción. Jesus nos preparó un escrito para leer que trata de cuando Jesucristo fué a casa de Zaqueo y le dijo que se quedaba en su casa. La gente murmuraba que era la casa de un pecador, pero Él dijo: "hoy ha llegado la salvación a esta casa". Pensamos que lo mismo que a la nuestra habia llegado desde este viernes. También leimos entre Pedro y yo el párrafo 10, 5-9 de Lucas del escrito: "Dijo el Señor a sus discipulos: Cuando entreis en una casa, decid primero: Paz en esta casa. Y si alli hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz, si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan .......Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios". Impecable el mensaje. Luego acabamos leyendo entre todos una oración de Bendición que la voy a enmarcar y que a duras penas la pudimos terminar porque la emoción nos embargaba y las lágrimas empezaban a asomar. Nos bendijo con agua bendita y muy felices los cinco, nos abrazamos al acabar la ceremonia y asi continuamos un buen rato con ese calorcillo de seguir en la nube de felicidad que nos habia dejado la bendición. Después y con ganas, dimos cumplida cuenta a la cena que por cierto salió estupenda: foie con manzana caramelizada, cucharita de mejillon, tostada de pulpo, salmorejo y de segundo, anchoas rellenas de paté de salmón sobre salsa de tomate, nata y vino blanco. El broche de oro lo puso la exquisita mano de nuestra repostera oficial, Patricia, gracias a su magnífica tarta de queso con frutos rojos y que nos supo a gloria porque estaba deliciosa. Brindamos varias veces con vino Pierola y orujo de hierbas de Potes. Charlando, riendo y diciendo bobadas, con dieron las tantas y Jesus se marchó muy contento con este detallito que nos hicieron para él las ceramistas vitorianas de Lur que son unas artistazas. Con un ligero retrato robot que les dijimos lograron dar forma a una figura que se parece mucho a él, asi de moderno y siempre con su libro de La Palabra bajo el brazo. Gracias por todo Jesus.