Fiesta de la Blanca tranquila

Este año no fuimos al rosario de la aurora porque nos pillaba muy pronto y lejos del centro al estar viviendo en nuestro hotelito de Salburua, por lo que preferimos disfrutar de la misa solemne en honor a nuestra Andra Mari Zuria. Llegamos con tiempo porque sabíamos que iba a estar el templo demasiado lleno de autoridades y así fué. Qué espectáculo tan penoso dieron, estaban mas pendientes de su estatus y sus propias indumentarias de kilometros de tacón con brillos y trajes de noche, que del contenido de las palabras de nuestro magnifico obispo, usando esa pose de suficiencia debida al ejercicio del poder, no del servicio a los demás. Esto es lo que comentabamos quienes tuvimos la suerte de pillar un asiento agitando los abanicos del calor que hacia mientras veiamos a sus excelencias pasearse con frivolidad saludando con aspavientos y esa sonrisa agrietada a sus colegas y temidos competidores, sin respeto alguno al lugar sagrado en el que nos encontrabamos. Gente cuya cabeza estuvo ausente de la ceremonia perdida vete a saber dónde. La verdad es que no entendemos para qué van a una misa cuando ellos predican su liberalismo en torno a este tema y no saben ni santiguarse y menos rezar. Cuánto mejor estarían intrigando en una de esas recepciones donde se ponen tibios a canapés pagados a costa nuestra. Bueno, pues tras fustigarles con el latigo de nuestra indiferencia, nos centramos en nuestro deseo de alabar a la Virgen y transcurrió una misa estupenda concelebrada por numerosos sacerdotes que estuvo muy emocionante pues en la homilía habló nuestro obispo que es una persona con mucho carisma al que escuchas con inmensa atención porque todo lo que dice es genial e impacta y sobre todo te hace meditar. Además, la entusiasmada alegria con la que transmite te deja muy reconfortada y con ganas de seguirle escuchandole dejando que sus palabras te empapen muy adentro. A todo esto, la protagonista del dia, la Virgen, estaba preciosa llena de flores y ofrendas, y de su camarín salia un halo de luz nublosa que al mezclarse con los rayos de sol que entraban con fuerza en la capilla sobrecogía el ambiente de devoción.Tras rendirla merecido y devoto homenaje y pedirla protección perpetua nos despedimos de ella y también de toda la fiesta de 5 dias por delante porque sabiamos que este año no teniamos intención de participar ya que estabamos deseando volver a nuestro particular balneario aqui junto a parque de Salburua para descansar del ajetreo de dos duras mudanzas y prepararnos para la mas importante que en pocos meses nos va a llegar. Hay que dejar constancia de que comimos de maravilla una estupenda comida de fiesta en el restaurante 113, al que tenemos intención de volver muy pronto para probar su arroz con bogavante.
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