Cerdo asado

Mientras la gente dormia para reponer fuerzas para la fiesta, un artesano estuvo toda la noche con el asador encendido dando vueltas y cuidando a este sabroso cerdito que hizo las delicias de todo el pueblo y visitantes. Estaba buenisimo de sabor, tierno y te lo servian con su trocito de piel crujiente, un panecillo y patatas fritas, todo bien regado por los vasos de vino que quisieras beber que para eso estamos en la generosa Rioja Alavesa. Al ver el asado recordamos los deseos y la ilusión que tenemos de celebrar algun dia de esta forma tan campera, con musica verbenera años 80 y rodeados de toda la gente que nos quiere y aprecia, alguna cosa que todavia tenemos por ahí pendiente.