Disfrutando las fiestas

Ya se va pasando este mes de Agosto donde todo el mundo tiene que escapar a algun sitio porque si no lo haces te miran raro. Nosotros, como no teniamos ningún plan previsto de antemano, hemos dejado que los acontecimientos se sucedieran a su aire y quizás ha sido por ello que, aunque no nos hayamos movido de casa, los dias se nos hayan presentado siempre con una gran variedad de cosas por hacer, por lo que ha sido un mes de lo más divertido y variado, a la vez que tranquilo y satisfactorio. Hemos pasado dias de calor, aprovechados en la piscina y la playa; también ha habido noches veraniegas disfrutadas con los hombros al aire, algo inaudito por aquí. No pudimos ver las perseides porque justo esas noches estaba nublado, pero hemos recorrido muchos kilómetros y descubierto sitios en nuestra ciudad y alrededores que nos han encantado. Para empezar, voy a empezar a recordar y poner unas cuantas entradas con escenas que hemos vivido apasionadamente. En primer lugar las fiestas. Entre que bajó y subió Celedón, los dias se llenaron de paseos, comidas familiares y no familiares, espectáculos que vimos y no vimos, conciertos que escuchamos y otros a los que no asistimos, txoznas que no visitamos aun a pesar de su cercanía, alabados vermuts y fuegos artificiales con continuación en la feria a la que acudíamos en volandas fascinados por el cantautor de la tombola Antojitos: "la rueda va girando y los corazones palpitando, qué le tocará....", y luego al final despedía la actuación cantando su "...y cuando te pregunten que dónde te ha tocado, tú les dirás: en la tombola An-to-ji-tossss", personaje que ha sustituido, por soso, al de las carreras de camellos con su "el siete campeón de la competición" que ya aburre. De mientras endulzábamos el ambiente con los chatos de vinos añejos Alonso y sus mañicos atemporales pisando las eternas uvas del tiempo. Vaquillas divertidas, danzas del vientre y paseillo de los toros nos han hecho pasar buenos ratos. Cuando Celedón se marchó, la verdad es que respiramos de satisfacción. Esperamos que el próximo año se encuentre una ciudad mucho más próspera y feliz que la que ha dejado.