Recorriendo Angosto

Fuimos de excursión partiendo de Angosto. Antes visitamos a la Andra Mari en su santuario rodeada de un hermoso retablo de 6 tablas que recorren episodios de su vida, lucía bellísima en su pedestal. Nos pusimos en camino subiendo al hito de Peña Grageja a 832 m y después, resbalándonos por el terreno lastroso, llegamos a los Castros de Lastra, un poblado que ya existía en la edad de Bronce y que fué reutilizado en la baja edad media, de la que quedan tumbas, ermita, muralla y cercados. Todo muy agreste, cuesta arriba, con calor sin brisa y con caminos tan cerrados que había que pasarlos rozádonos con todos los arbustos, algunos muy zarzosos, por lo que me arañé todas las piernas. Aun así de dificultoso, el recorrido mereció la pena por el paisaje que se ve desde lo alto, todo Valdegobía, por descubrir esos castros tan increiblemente metidos en la montaña, por refrescar los pies en el mágico río que se ve en la foto y por comer en el camping de Angosto que tienen una cocina estupenda.