Cerrando capitulo

Con mucha pena Pedro dió la última vuelta a la cerradura de su casa el 27 de julio para entregar la llave a su compradora. Dijo adiós a los coloridos árboles del parque que tenia enfrente como vistas y a las balconadas al estilo vitoriano que llenaban la casa de luz. Se despidió de sus vecinos anunciando el relevo y con las orquideas en una cesta pusimos rumbo al este de la ciudad. La mudanza fué más larga de lo que pensamos porque salian de los rincones cosas ocultas que no paraban de llenar cajas y los viajes a la bodega como segundo trastero parecía que no iban a cesar nunca, pero a los 3 dias la casa por fin quedó lista con sus cortinas y fundas de sofás lavadas, su blancoespaña a los azulejos y el elondo del suelo brillando como un espejo, tan bien presentada como cuando se vivía en ella y justo como pensamos que debía quedar si se transmitía, por lo que no entendimos los comentarios de la gente contrarios a nuestra postura de querer dejar la casa recogida ya que presumiblemente quien la comprara no lo iba a valorar y empezaría a hacer sus reformas, pero la respuesta es sencilla, la dejamos asi porque es como nos gustaría que nos la dejaran a nosotros, simplemente, y te das cuenta de que para ciertas personas la casa es un instrumento que se usa mejor o peor con gran falta de apego, otras en cambio pensamos que es una prolongación de nuestra personalidad que debes cuidar y tratar como te gustaría hicieran contigo, y por fin cerrando capítulo, quiero dejar constancia de esta felicidad que nos envuelve cuando nos damos cuenta de que con los miles de pisos que hay en el mercado en tan buenas o mejores condiciones que los nuestros, en pocos meses han sido vendidos abriéndonos la puerta para poder adquirir el nuevo librándonos de una hipoteca que a nuestra edad sería muy fatigosa llevar. Somos conscientes de que esto ha sido posible por la protección espiritual que nos ha brindado nuestra Santa Teresa a la que nos encomendamos en su dia, por lo que el viaje a Avila de acción de gracias ya está organizado. Un último detalle a señalar, es curioso, a él le ha comprado su piso de toque recio y masculino una chica, y el mio que estaba lleno de detalles floridos y colores malvas lo ocupa ahora un chico que no puso ningun reparo ni a las luces ni a las poesias de los cristales, sino todo lo contrario. Ambos nos pidieron comprar las casas amuebladas por agradarles su decoración y manifestaron que no tenian ninguna intención de cambiarla. Lo que nos ha dejado buenas sensaciones. Ahí queda eso.
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