Comida de primis

Esta víspera del Carmen bajé a comer con mi primi a la Oficina, donde cocinan divinamente y pasamos un muy buen rato charlando, comiendo y bebiendo a gusto, rematando la comida con deliciosos gintonics de Mombasa ajenas a los preparativos de la fiesta que se iba montando a nuestro alrededor porque después de tantos años viendo la misma historia, ya pasamos de estos rollos donde te apartan la tranquilidad e intentan llenarte la cabeza de ruidos. Y asi como en una terapia, haciendo repaso de nuestras vidas y las etapas que hemos ido dejando por el camino, aunque alguna cosa se nos escape porque todavia no nos ha llegado el momento de comprenderla, en otros temas vamos sacando interesantes conclusiones llenas de moralejas y puntos finales y te das cuenta de que lo más te satisface y hace sentirte bien en esta vida, aparte del quererse una misma y gozar de buena salud, son esas sensaciones de bienestar que te transmiten las personas que te aprecian, el bagaje que te aportan las buenas amistades, las relaciones trabajadas con cariño, las manifestaciones de amabilidad y simpatía, la gente con valores, las reflexiones a las que se llega derivadas de la madurez y la experiencia, las ganas de estar a gusto y en paz contigo misma y con la gente que te quiere ... en definitiva, todo lo que lleva amor como ingrediente de la receta y que hace que te estés con quien estés en cualquier lugar en el que te encuentres sientas en ese momento oportuno cálidas ráfagas de felicidad. Bueno, pues así es como me siento cuando estoy con mi prima, sencillamente muy feliz, y esto no hay duda que se nota en la cara de satisfacción que se nos pone cuando estamos juntas.